Andrew Small: «Las denuncias falsas, que las hay, son mínimas» - Alfa y Omega

Andrew Small: «Las denuncias falsas, que las hay, son mínimas»

Misionero oblato de María Inmaculada, lleva un mes como nuevo secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores. Esta es su primera entrevista a un medio español

Victoria Isabel Cardiel C.
Small regala al Papa una gorra de MISSIO, las obras misionales ‘online’ de Estados Unidos, en 2015. Fotos cedidas por Andrew Small

¿Qué cree que hace más falta para extirpar esta lacra de la Iglesia?
Esta es mi quinta semana aquí; tengo mucho que aprender del contexto global. Pero se necesita una mejor educación en todos los niveles, tanto de nuestra Iglesia como de la sociedad, y en todas las edades. Acompañar a las víctimas supervivientes es una expresión de cuidado por parte de la Iglesia, pero igualmente importante es descubrir cómo falló la Iglesia al no afrontar las situaciones de abuso de manera apropiada.

Los maristas se han convertido en la primera institución en España que acuerda indemnizar a las víctimas de abusos sexuales cuyos casos habían sido archivados por la justicia civil. ¿Este es el camino?
No conozco las circunstancias de este caso en particular y no puedo comentar los detalles. Pero he visto a lo largo de los años muchas maneras en las que la Iglesia se ha comprometido con las víctimas, a veces bien y otras muchas veces no tan bien. Desde la perspectiva estadounidense, la atención prestada a la compensación monetaria ha sido algo natural, aunque, por sí sola, tal vez no traiga el tipo de resolución holística que cabría esperar. Los programas que aceleran la compensación financiera a menudo son preferibles a los procesos legales prolongados durante los cuales las víctimas de abuso son sometidas a un juicio largo que puede provocar un daño adicional, pero me parece una perspectiva reducida. La Iglesia debe apresurarse a corregirlo con todos los medios a su alcance.

Usted, que habrá tenido contacto con supervivientes de abuso, ¿entiende por ejemplo que a veces pase tanto tiempo de silencio antes de poner una denuncia?
La psicología nos ha demostrado el calvario que viven las víctimas de abuso sexual para poder hablar de lo que les ha pasado. Las denuncias falsas, aunque las hay, son mínimas. Esto no es cosa de dinero, aunque la indemnización por años de abuso y tortura es un derecho de las personas. Aunque no cabe duda de que las actitudes están cambiando en este sentido, y el velo del secreto y el silencio se está desmontando en todo el mundo.

Es misionero oblato de María Inmaculada.

¿Cómo cree que pueden ayudar los encuentros entre víctimas y los eclesiásticos para prevenir los abusos en la Iglesia?
La escucha a las víctimas por parte de los líderes de la Iglesia nunca es una decisión equivocada. Incluso después de algunas dificultades o desacuerdos, en ocasiones graves, la necesidad de reanudar el diálogo y permanecer abiertos poniéndose al alcance debe ser responsabilidad de los líderes eclesiales. La situación en España no es diferente. Se necesita humildad para saber cuándo nos hemos equivocado y reconocer incluso que se han amparado crímenes que han destrozado la vida a muchas personas. Si no se hace esto, existe el riesgo de que se rompan por completo.

¿Cómo está sentando la Iglesia las bases para garantizar espacios seguros?
Noto que, cada vez más, las iglesias locales están empezando a familiarizarse con conceptos como víctima o superviviente, o códigos de conducta y factores de riesgo que son utilizados por los profesionales de la salvaguardia para señalar la necesidad de una vigilancia cada vez mayor. Esto forma parte de la vida cotidiana en Occidente, pero en otras regiones del mundo ni siquiera hay traducciones para algunos de estos términos. La construcción de la conciencia a través de la comunicación, la educación y la formación es un factor clave para garantizar un entorno seguro.

¿Cómo detectar a potenciales abusadores?
Un psicodiagnóstico competente y una evaluación completa antes de entrar en las casas de formación o seminarios son fundamentales aun considerando que, desde el punto de vista clínico, existen limitaciones. Hay que incidir en la responsabilidad de los formadores: la improvisación es un peligro, por lo que se necesita un cambio cultural. Hay que pensar en la calidad y las habilidades de quienes van a supervisar a las nuevas generaciones de personas consagradas. Así cualquier disfunción en relación con un entorno seguro sería detectada, no descartada ni ignorada.

Bio

Nació en Liverpool hace 53 años. Se doctoró en Teología Sistemática por la Universidad Católica de América. Fue el director nacional de las Obras Misionales Pontificias en Estados Unidos. Ejerció de asesor político de los obispos estadounidenses para el desarrollo económico internacional. También coordinó las labores de reconstrucción tras el terremoto de Haití de 2010.