Amnistía Internacional denuncia el «horrible ciclo de abusos» en Libia
AI ha pedido a la UE que «reconsidere» su cooperación con las autoridades libias y denuncian racismo, secuestros y torturas
Amnistía Internacional (AI) ha denunciado «el horrible ciclo de abusos» en el que se ven atrapados los refugiados en Libia y ha pedido a la UE «reconsiderar por completo la cooperación que mantienen con las autoridades del país», además de supeditar la continuidad de la asistencia a que se tomen medidas «inmediatas» para detener estos actos, recogidos en un informe presentado este jueves, informa Europa Press.
El informe, presentado un día después de que la Comisión Europea anunciara el nuevo Pacto sobre Migración que «establece entre sus elementos centrales una colaboración incluso más estrecha con países fuera de la UE para controlar los flujos migratorios», documenta relatos «estremecedores» de refugiados sometidos a abusos en Libia.
Desde 2016, y en connivencia con «varios estados miembros de la UE, con Italia a la cabeza», las autoridades libias han capturado a 60.000 personas en el mar, según AI. «Ansiosos por detener las llegadas a cualquier coste, los estados de la UE han ofrecido su apoyo a Libia, sin exigir como condición previa el respeto de rigurosas garantías de derechos humanos» y pretenden «eludir las normas del derecho internacional que prohíben las devoluciones sumarias», han acusado. La colaboración con el Gobierno libio por parte de la UE consiste en «lanchas motoras, capacitación y asistencia en la coordinación de operaciones marítimas», han detallado.
Contexto hostil
En el país norteafricano, los refugiados son víctimas de «racismo, abusos, secuestros y torturas», según detalla Entre la vida y la muerte: Refugiados y migrantes atrapados en el ciclo de abuso de Libia, tras años de guerra que han asolado el país, a lo que se suma la actual pandemia del coronavirus. La expansión del virus ha provocado que se culpabilice «injustamente» a los migrantes y refugiados de su propagación, denuncia AI.
En un contexto de «conflicto armado persistente, inseguridad y desgobierno», con posibilidades «escasas o nulas» de encontrar vías seguras y legales que les permitan salir de esa situación, el clima de racismo se ha agudizado con la pandemia de COVID-19. En 2020, las autoridades han expulsado a más de 5.000 refugiados «sin el debido proceso ni la posibilidad de impugnar su deportación», según las investigaciones de AI.
Amnistía denuncia «homicidios ilegítimos, desapariciones forzadas, tortura y otros malos tratos, violación y otros actos de violencia sexual, detención arbitraria y trabajo forzoso y explotación por parte de actores estatales y no estatales» en un contexto de «impunidad casi absoluta». Los migrantes y refugiados no solo corren el riesgo de ser interceptados y enviados a centros de detención, sino además «de ser secuestrados por milicias, grupos armados y traficantes», ha criticado AI.
El mar, única salida
Los programas de reasentamiento y evacuación para salir de Libia de manera legal resultan «insuficientes» –desde 2017 solo se han beneficiado 5.709 personas–, lo que deja a los refugiados y migrantes con «pocas opciones viables para irse del país que no impliquen arriesgarse a cruzar el Mediterráneo en embarcaciones que no son aptas para la navegación», ha señalado la ONG.
La situación de los refugiados es «desesperada», ya que según sus investigaciones, grupos armados y milicias «han obligado a algunas personas migrantes a participar en operaciones militares» y a «realizar trabajos forzados», poniendo en riesgo su vida y su seguridad y cometiendo «violaciones del derecho internacional humanitario», ha relatado AI.
Además, quienes emplean a refugiados «a menudo los explotan» y muchos viven «sin acceso a agua apta para el consumo ni instalaciones de aseo», lo que agrava su vulnerabilidad ante el coronavirus al dificultar cumplir con las medidas de higiene y distanciamiento personal. En el caso de las mujeres y las niñas, están expuestas a «un riesgo particularmente grave de violencia sexual». En este sentido, Amnistía ha pedido a la UE que, hasta que no cesen las detenciones arbitrarias y cierren los centros de detención para inmigrantes, «ninguna de las personas a quienes se rescate o se intercepte en el Mediterráneo central debe ser devuelta a Libia».
Inacción de la UE
«Pese a este panorama y a encontrarnos en el año 2020, la UE y sus estados miembros insisten en implementar políticas que dejan atrapados a decenas de miles de hombres, mujeres, niños y niñas en un círculo vicioso de abusos» y, al hacerlo, «muestran un desprecio absoluto por la vida y la dignidad de las personas», ha asegurado la directora regional adjunta de AI para Oriente Próximo y el Norte de África, Diana Eltahawy.
La Comisión Europea ha presentado una nueva propuesta para reformar la política de asilo y migración que aparca la idea de cuotas obligatorias para el reparto de la acogida de refugiados, pero plantea un sistema voluntario con varios niveles de solidaridad con los países con mayor presión migratoria y apuesta por reforzar la frontera exterior de la Unión Europea y agilizar las expulsiones de los migrantes que no logren estatus de refugiado.