Amir Mubarak: «Europa nos necesita pero con los precios que ellos dicen»
Durante años Amir Mubarak produjo ropa para Beximco, empresa con clientes como Zara, Calvin Klein o H&M. Hoy no tiene trabajo
¿Cómo es la situación en Bangladés para los empleados del sector?
En los últimos meses la situación ha empeorado y esto se debe sobre todo a la situación política y la crisis institucional que estamos viviendo. Muchas empresas están despidiendo gente, en parte por las preocupaciones ligadas a la incertidumbre política y en parte por las peticiones de los trabajadores de sueldos más altos debido a la inflación.
¿Y las empresas europeas y occidentales como están reaccionando?
Continúan pidiendo las mismas cantidades a un precio igual. Europa nos necesita, pero con los precios que ellos dicen. De lo contrario, Bangladés, pero también Pakistán y la India, dejarían de interesarles. Las empresas locales, con menos personal, se fuerzan para mantener el ritmo de reparto de los encargos. Esto está creando un clima de presión increíble sobre los trabajadores: presión mental y física. Si no llegas, te arriesgas a que te despidan.
Este clima de tensión se traduce después en protestas. ¿Por qué ahora?
Porque antes, con el viejo Gobierno, estaba prohibido criticar a quien estaba en el poder. Hoy los trabajadores tenemos la posibilidad de hacerlo y, de hecho, lo estamos haciendo, pidiendo el respeto de nuestros derechos con más fuerza. El riesgo es que esta protesta degenere en que los trabajadores destruyan las fábricas y las manifestaciones se vuelvan violentas. Cada vez más personas, como yo, han perdido el trabajo o llevan meses sin cobrar. Hoy Bangladés se está convirtiendo en un país peligroso: se destruyen las fábricas y la gente roba por la calle. Jamás se ha visto una situación por el estilo.
¿A quién culpan los trabajadores?
Algunos a los dueños de las fábricas y otros al nuevo Gobierno. Lo cierto es que los trabajadores son los únicos inocentes. Su único deseo es volver al trabajo, solo quieren algo concreto. También porque tener un trabajo en una empresa textil en Bangladés es una buena opción frente a otros trabajos mucho más agotadores y mal remunerados. O ilegales. Por no hablar de las mujeres obligadas a prostituirse para pagar sus deudas y la supervivencia de sus hijos.
¿Recuerda alguna situación especialmente dramática?
Un amigo mío quería suicidarse por la excesiva presión. Le ayudé a encontrar un nuevo trabajo. Ahora hace otra cosa, tiene menos presión, pero gana solo 143 euros al mes y no le basta para alimentar a su familia. Me deja desolado.
¿Cierran muchas fábricas por esto?
No solo. Con la Administración precedente, muchas empresas hacían cosas ilegales y corruptas y los propietarios no asumían ninguna consecuencia por su gestión. En su lugar, el nuevo Gobierno está parando los pies a muchas empresas que no están en regla, investigando también a aquellos bancos cómplices de estos empleadores que no pagaban.