Alumnos que acompañan a alumnos ante la Almudena: «Queremos enseñarles esta tradición»
Dentro de su iniciativa de voluntariado durante Bachillerato, los jóvenes del Colegio Diocesano San Bernardo ayudan a mantener el orden durante la ofrenda floral y solidaria de los colegios a la patrona
Olivia lleva días deseando que llegue este viernes. Alumna de 1º de Bachillerato del Colegio Diocesano San Bernardo, va a participar por primera vez como voluntaria en la ofrenda floral y solidaria de los colegios a la Virgen de la Almudena. Tradicionalmente, los alumnos mayores del centro colaboran en las labores de orden para que otros niños puedan mostrar su cariño a la patrona. La muchacha lleva toda la vida asistiendo como alumna, pero «ayudar a los otros colegios es la parte más guay». Ha crecido viendo a sus compañeros mayores hacerlo. «Y como ellos son un referente para nosotros, estamos deseando ir».
Yasin, de 2º, ya es veterano y por eso ha estado en la explanada de la catedral este jueves. Los novatos lo hacen el viernes. El año pasado «estuvimos muy a gusto con los compañeros, pasando un buen rato». Eso sí, reconoce que «no es fácil porque hay bastante trabajo, son muchos colegios. Algunos se ponen recogiendo las flores y los dibujos, también los alimentos. Otros se quedan con los colegios para que sepan por dónde ir». Después de que cada grupo pase ante la imagen de la patrona y le rece o le cante, el recorrido termina dentro de la catedral de la Almudena.
Amparo Garrudo, responsable de Pastoral de la Fundación San Bernardo —que engloba este colegio y el María Cristina—, explica que el objetivo es aprovechar y que «les sirva también para visitar la catedral». Además de ayudar a los demás alumnos, «queremos enseñarles esta tradición que tenemos y que ellos también lo vivan», subraya Olivia.
Voluntariado todo el año
Garrudo abunda en que aunque se propone de forma voluntaria, el 95 % de los alumnos se apunta. De hecho, «desde que están en 4º de la ESO están preguntando si pueden participar». No es la única actividad de este estilo que hacen los alumnos de Bachillerato durante el curso. Durante todo Bachillerato se desarrolla una iniciativa de voluntariado llamada Más San Bernardo. Los jóvenes «hacen formación y firman el decálogo del voluntario», explica Garrudo.
En distintas fechas, se implican en la operación kilo del colegio, recogiendo alimentos que se reparten en colaboración con Cáritas de la parroquia cercana. Antes de Navidad a veces ayudan a los Reyes Magos. También ayudan en las actividades para alumnos y familias que se organizan el último día de mayo.
«Y alguna otra vez nos han pedido algo puntual», como visitar residencias o escribir a los ancianos. «Siempre hemos respondido. Así los mantenemos vinculados sin que les afecte a la vida escolar». Con todo, el buque insignia es la ofrenda floral. «El centro es diocesano y tenemos muchísima relación con el Arzobispado; qué menos que colaborar con lo nuestro». De hecho, también los profesores son voluntarios durante la Misa del 9 de noviembre. «Desde pequeños nos inculcan que la Almudena es importante para el colegio», apostilla Yasin.
Frío, risas y unión
A lo largo de toda la mañana del día 7 y la mañana y la tarde del 8 se suceden hasta 70 escuelas e institutos. Al final de ese día, seguramente hayan pasado delante de la Virgen 10.000 alumnos. Los jóvenes del San Bernardo «empiezan muy eufóricos pero acaban cansados», con hambre, sed y frío, relata Garrudo. Pero en el proceso, «empiezan las risas, las bromas y eso genera unión entre ellos». Algo especialmente útil para aquellos que han empezado nuevos en septiembre «y no se han integrado todavía mucho». Al terminar, «nos vamos a comer todos juntos», cuenta Olivia con ilusión.
Además, continúa la responsable, «les aporta lo que da el voluntariado en general: ese echar una mano de manera gratuita en una sociedad en la que nada es gratis. Y les da una responsabilidad, se sienten importantes, porque al fin y al cabo ayudan para la catedral».