Alternativa para comprar gas

Ya hace 44 días que el corredor entre Armenia y Nagorno-Karabaj está cerrado. Unos azeríes ecologistas —entre comillas—, con los abrigos de piel de los animales, se han encerrado y no dejan pasar ninguna persona. El pretexto son las minas de Nagorno-Karabaj, que según ellos contaminan el ambiente. Peros ellos se han olvidado de que, en el corazón de su país, cerca de su capital, Bakú, las minas del petróleo contaminan todo lo que hay a su alrededor y no hay rastro de vegetación.

El propósito es provocar otra guerra y también asustar a la población de Nagorno-Karabaj para que abandonen sus hogares. Incluso hace una semana, el presidente de Azerbaiyán abiertamente declaró que los armenios de Nagorno-Karabaj, que son alrededor de 120.000 tienen que abandonar el territorio.

Ellos se aprovechan de la guerra en Ucrania porque saben perfectamente que los rusos son muy débiles en este momento y harán todo lo posible para que no se abra otra frente de guerra.

Por desgracia, Azerbaiyán en este momento es muy querida por parte de Europa porque es una alternativa para los europeos para comprar gas y petróleo; por eso, los países occidentales que luchan por los derechos humanitarios y por la democracia en Ucrania se muestran tartamudos ante la crisis humanitaria en Nagorno-Karabaj, donde la comida y la medicación ya son delicadezas. 30.000 niños están en casas sin electricidad.