«Alguien ya pagó por nosotros», dice el Papa a los jóvenes presos de Barcelona

«Queridos muchachos, estoy aquí con el cardenal Omella, que me ha hablado de ustedes», así comienza el videomensaje que el Papa Francisco ha enviado a los jóvenes internos del centro penitenciario de Quatre Camins, según cuenta Catalunya Cristiana.

En una grabación realizada por el mismo cardenal arzobispo de Barcelona en lo que parece ser la habitación privada del Papa, Francisco reconoce que «estoy cercano y rezo por vosotros», ya que «tengo una sensibilidad especial hacia las personas que estáis internas en la cárcel, y me conmovéis cuando me cuentan de ustedes».

«Quiero que sepan que estoy cercano, que rezo por ustedes», afirma el Papa, para después añadir que «quiero que sepan que hay alguien que se la ha jugado por todos, que se ha arriesgado», en referencia a Jesucristo.

Así, ha mostrado una cruz en la que se en la parte superior una mano que sujeta la mano de Jesús que a su vez sujeta la de un hombre en la parte inferior. «Esta cruz muestra lo que el Señor ha hecho por nosotros», dice el Papa, pues «Jesús nos viene a buscar y nos saca de nuestros problemas. Él es el que se arriesga para salvarnos, agarrado de la mano del Padre».

Por eso, «no tengan miedo, Alguien ya pagó por nosotros», les exhorta el Papa, y continúa: «A ustedes les queda algo de paciencia para vivir la situación en la que se encuentran. No tengan miedo, tengan paciencia y vayan caminando con el Señor siempre de la mano».

Y, para terminar, el Papa les lanza un consejo: «Miren al futuro, no pierdan el horizonte. Una persona sin horizonte es una persona encerrada en sí misma, que anda por un laberinto. No, caminen hacia el horizonte y lentamente vayan solucionando el problema de cada uno para insertarse como gozo en la sociedad».

Por otro lado, los internos del centro penitenciario Jaén II escribieron una carta al Papa Francisco a propuesta de José González, el capellán, y después de un interesante diálogo con él. Según recoge Religión Digital, un grupo de internos le comentó a González «que estaban ofendidos por las manifestaciones en contra del Papa que se estaban dando últimamente». El domingo, al terminar la Eucaristía, le entregaron la carta.

«Para su majestad todo es amor y no existen razas ni color de piel, todos somos iguales ante sus ojos y los ojos de Dios, que sepa su santidad que en la lucha que está librando no está solo, pues aquí tiene a sus feroces guerreros fieles para destruir el mal y que el bien siempre prevalezca».

Y concluyen el escrito: «Bueno su excelencia, perdón por robarle un poco de su preciado tiempo. Sólo queríamos hacerle saber que aquí tiene a sus guerreros del Módulo-3. Con su sabiduría y nuestra fe, venceremos al mal».