Albacete se conmueve
La de Albacete es una Semana Santa que profundiza en el Evangelio y que se acerca a los más necesitados. Prácticamente todas las cofradías colaboran con Cáritas, la institución benéfica del Sagrado Corazón (Cottolengo), las diversas residencias de ancianos y centros de discapacitados, o con distintos proyectos solidarios en España y en otros países
En Semana Santa los cristianos celebramos los misterios centrales de nuestra fe, que se actualizan con ungida y sobria solemnidad en la liturgia de nuestros templos, dejando, en quienes se acerquen con fe viva a las celebraciones, el regalo del encuentro regenerador y vivificante de la Pascua de Cristo. Si la liturgia no tuviera en la Semana Santa el puesto central, supondría que hemos cambiado el memorial por el recuerdo, la gracia por la representación.
Fe, culto y cultura
Pero la Semana Santa, además de celebración litúrgica, es representación popular. La fe, cuando arraiga en el alma de un pueblo, se hace culto y también cultura. Cuánta belleza ha generado la Semana Santa en todas las expresiones del arte: en la pintura, la escultura, la música, la literatura, la arquitectura. En la provincia de Albacete hay buenas pruebas de ello y cuenta con una Semana Santa sonora y sonada. Y no me refiero solo a las famosas tamborradas de Hellín, de Tobarra o de sus alrededores, que también. Son escasos los municipios en que no existan procesiones con que la piedad popular representa de manera plástica alguna de las escenas de la pasión del Señor. Hay procesiones de antología por la belleza y expresividad de sus imágenes, por la forma de englobar, en un lenguaje total, imagen y color, sonido y silencio, movimiento y sosiego. Hay pasos que, al pasar, no son solo deleite para los ojos, sino que conmueven el alma.
Albacete es una ciudad luminosa y abierta, y lo es mucho más en Semana Santa. En la Semana Santa, Albacete se conmueve, como se conmueve todo aquel que de una manera u otra vive este tiempo en que la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo se hace presente con fuerza en templos, calles y plazas. Sus 14 cofradías, con más de 40 imágenes, y sus casi 10.000 nazarenos, enriquecen nuestra Semana Santa y la distinguen como una de las más participativas de España.
Los niños, protagonistas
Es una Semana Santa que apuesta por los más pequeños, y lo hace, desde hace años, el Lunes Santo en la Procesión Dejad que los niños se acerquen a mí, donde los niños son los auténticos protagonistas, acompañando réplicas infantiles casi exactas de las que procesionan los adultos: el silencio atronador de la procesión del Santísimo Cristo del Consuelo, que recorre las calles de la ciudad ante miles de albaceteños en la media noche del Jueves Santo, en la que se hace oscuridad en farolas y comercios y con un silencio solo roto por el repetido golpe del tambor; la emoción del encuentro de la Verónica con el Nazareno; o el espectáculo de gozo, júbilo y alegría en la Pascua de Resurrección en la que el Resucitado se nos hace presente a todos en las imágenes de María, su madre y la Magdalena.
Es una Semana Santa que se acerca a los más necesitados. Por eso prácticamente todas las cofradías colaboran con Cáritas diocesana, la Institución Benéfica del Sagrado Corazón (Cottolengo), las diversas residencias de ancianos y centros de discapacitados de la ciudad, recogidas de alimentos, y colaboración con distintos proyectos solidarios en España y en otros países como Zimbabue. También anualmente se colabora con algún proyecto particular de infancia que cuente con pocos recursos, sobre todo uno para niños afectados de alguna enfermedad considerada rara.
Acercarse a los que no se acercan
Es una Semana Santa que profundiza en el Evangelio. Y con este fin ha ido incorporando lecturas y meditaciones de la Palabra de Dios en algunas procesiones, consiguiendo de este modo acercar la Palabra de Dios a los que no se acercan a la Iglesia. Es una Semana Santa que pone en valor lo que es y lo que tiene, y así lo muestra a todos los que visitan las exposiciones de imaginería y patrimonio que anualmente organiza la Junta de Cofradías.
Es una Semana Santa heredera de los sudores y los desvelos, y también de las alegrías e ilusiones, de los miles de albaceteños y albaceteñas que en sus más de 500 años de historia la han ido dotando de rasgos únicos, que la hacen distinta. Es una Semana Santa que, con lenguaje propio, desmenuza amores de lo pasado, mirando a lo que está por venir, y abre sus brazos a todos, creando espacios para la fe, el recogimiento y el crecimiento cultural.
De Interés Turístico Nacional
La Junta de Cofradías y el excelentísimo Ayuntamiento están trabajando unidos por la Declaración de la Semana Santa albaceteña de Interés Turístico Nacional, una declaración de la que, estoy convencido, es merecedora.
Vaya desde aquí mi invitación para todos aquellos que en los días de Semana Santa buscan nuevos destinos: Albacete y su Semana Santa los esperan, deseando ofrecerles todo lo bueno de esta bendita tierra manchega.