Al Vaticano le preocupa la crisis migratoria en Canarias
En conversación con l’Osservatore Romano, el obispo José Mazuelo denuncia que «esto no se va a resolver si no hay una implicación real de Europa»
L’Osservatore Romano, el periódico de la Santa Sede, publica este jueves un artículo firmado por la periodista Rocío Lancio en el que charla con el obispo de Canarias y revela cómo esta crisis migratoria tiene peso en la agenda del Vaticano. Según declara en él José Mazuelo Pérez, pese a todas las dificultades, los migrantes están pudiendo experimentar la esperanza porque, «después del peligroso y largo camino, se encuentran una mano tendida que los acoge, los escucha con cercanía y fraternidad». Es la que proporcionan las entidades benéficas y de la Iglesia.
Según datos del Gobierno de Canarias, más de 87.000 personas llegaron al archipiélago entre 2023 y 2024. En 2024, España recibió 63.970 migrantes irregulares, con Canarias como la principal puerta de entrada. La diócesis, en medio de esta emergencia humanitaria, trabaja activamente a través de Cáritas, su Delegación de Migraciones y otras entidades. «Parece que no pasa nada en Canarias en medio de esta emergencia humanitaria, y eso es porque hay una gran generosidad y una gran solidaridad del pueblo canario», asegura Mazuelos.
Entre los desafíos que subraya este artículo de la prensa vaticana, el obispo de Canarias entrevistado destaca la necesidad de darle la vuelta «de forma positiva y coordinada al sentimiento de rechazo que surge en momentos de crisis social». También destaca la urgencia de mejorar la asistencia jurídica, con intérpretes adecuados y formación específica para abogados que atienden a los recién llegados. En este sentido incluye una crítica. Al utilizar de forma automática el francés como idioma para comunicarse con estas personas, como muchas no lo hablan, «esto provoca una indefensión absoluta, pues los destinatarios de la información no la entienden de manera comprensible y no pueden ejercer sus derechos».
Otro de los temas que se abordan es la importancia de que «se facilite la reunificación familiar cuanto antes». Según Mazuelos, «de esta forma se produciría una disminución de la presión en los centros de atención y una menor dependencia de las administraciones públicas y entidades del tercer sector».
En este artículo, el obispo de Canarias también denuncia el abandono que sufren los menores de edad al cumplir los 18 años. Al día siguiente están en la calle. «Desde Cáritas y otras entidades de la Iglesia, se intenta dar respuesta proporcionando comida, asistencia básica y gestión de documentación», explica. Simultáneamente, a nivel nacional, la Iglesia está promoviendo corredores de hospitalidad entre diócesis. Además, Mazuelos llama a «intentar que el Atlántico deje de ser un cementerio para las personas migrantes empobrecidas que huyen de guerras y de la pobreza». Lamenta que «nunca sabremos cuántas miles de personas han perdido sus vidas de manera trágica y dramática entre las dos orillas en estos últimos años». Y señala a todos los países del entorno que «esto no se va a resolver si no hay una implicación real de Europa».