Al menos 59 iglesias han sido destruidas por la guerra
El Ministerio de Cultura ucraniano habilita un mapa interactivo donde se registran los templos dañados por los bombardeos, para «documentar crímenes de guerra contra la humanidad y contra el patrimonio cultural cometidos por el ejército ruso»
Si la semana pasada el arzobispo mayor de la Iglesia grecocatólica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk, afirmaba que «esta guerra criminal está destruyendo los santuarios de Ucrania», y alertaba de la destrucción de 44 iglesias y otros edificios religiosos, este lunes ha sido el mismo Gobierno ucraniano en actualizar la cifra.
Desde el comienzo del ataque, las tropas rusas han destruido al menos 59 iglesias en ocho regiones de Ucrania, según un comunicado del Ministerio de Cultura, la gran mayoría de ellas iglesias ortodoxas. «Mientras los propagandistas del Kremlin encubren cínicamente sus propias ambiciones imperiales con el argumento de “defender la ortodoxia”, el ataque agresivo de las tropas rusas está destruyendo iglesias ortodoxas y otros santuarios en las comunidades religiosas de Ucrania», dice el comunicado.
Además de los templos cristianos de las diferentes confesiones presentes en el territorio, se han visto afectadas por el bombardeo mezquitas y sinagogas, además de otros colegios y centros administrativos vinculados a instituciones religiosas.
Kiev, Donetsk, Zhytomyr, Zaporizhia, Lugansk, Sumy, Kharkiv y Chernihiv son algunos de los lugares más afectados según el Gobierno ucraniano, que destaca especialmente la destrucción de la iglesia de Severodonetsk, que alberga el popular icono de la Virgen bajo la advocación de Alegría de todos los que sufren.
Además de facilitar un teléfono y un email donde los ucranianos pueden reportar de todos los conventos e iglesias destruidos por la guerra, el Ministerio de Cultura también ha creado un mapa interactivo donde se pueden consultar todos los templos dañados por los combates. El objetivo, según la propia institución gubernamental, es «documentar crímenes de guerra contra la humanidad y contra el patrimonio cultural cometidos por el ejército ruso».