Termina el tiempo vacacional y la sociedad recupera la prisa. Pero esta pequeña reflexión del padre Maximilien Le Fébure Du Bus, canónigo regular en la abadía de Lagrasse, nos viene a recordar dos cosas. La primera, que parar no es un alto en el camino para retomar la actividad con más fuerza y prisa. La segunda, que el descanso no es solo una concesión anual al cuerpo, sino que el reposo «es el fruto de un saber o de un arte» y no la ofensa al rendimiento y a la eficacia. Por eso, es un buen momento para defender «la cordura del ser frente a la locura del activismo» y la humildad que reconoce la limitación del cuerpo. Ya lo dijo Jesús en el Evangelio: «Venid a descansar un poco».
Maximilien Le Fébure Du Bus
Ediciones Cristiandad
2022
110
9,90 €