Adviento: un tiempo para afinar el oído
Se nos invita a no dejarnos deslumbrar por luces pasajeras, a reducir el ritmo y a afrontar la Navidad en su sentido verdadero
De Vigo a Madrid, pasando por cualquier pueblo o ciudad, las calles españolas se han llenado de luces de colores y de adornos. La programación televisiva incluye ya numerosas películas con papanoeles, parejas con jerséis rojos y verdes, y finales almibarados. Y las tiendas nos bombardean con ofertas al calor del importado Black Friday, confiando en animar el consumo en estas fechas y en despejar las nubes que todavía persisten por la pandemia. A los cristianos se nos invita a no dejarnos deslumbrar por luces pasajeras y a ser sobrios, a reducir el ritmo en esta vorágine, a afinar el oído en medio del ruido y, en definitiva, a afrontar la Navidad en su sentido verdadero.
Aunque no ocupe grandes titulares y muchos no reparen en ello, este domingo, 28 de noviembre, arranca el Adviento y, con él, el año litúrgico con el que la Iglesia celebra los acontecimientos clave de la vida de Jesús y de la historia de la salvación e «ilumina el camino de nuestra existencia», «nos sostiene en las ocupaciones» diarias y «nos orienta hacia el encuentro final con Cristo» –en palabras del Papa–. Estos primeros compases, como también subrayó Francisco en su cuenta de Twitter hace un año, son una ocasión para «acoger al Señor que viene a nuestro encuentro», «verificar nuestro deseo de Dios», «mirar hacia adelante» y «prepararnos para el regreso de Cristo».
Tenemos por delante cuatro semanas de espera, de una espera confiada, durante las que recordar que el Señor nos acompaña, que se hace presente en nuestra vida y en nuestro tiempo, y que no podemos dejarnos llevar por el pesimismo por muchas dudas e incertidumbres que aparezcan en el horizonte. Son cuatro semanas en las que abrir el corazón y prepararlo para un verdadero encuentro con el Señor que nos lleve a un encuentro con los demás. Él es la verdadera Luz. Y esta es una historia que merece ser vivida y contada, sin descuentos ni regateos.