Adictos, sin salir de casa - Alfa y Omega

Adictos, sin salir de casa

El Gobierno ha regularizado la situación fiscal de las casas de apuestas y de juego online que ya operan en España, de modo que su actividad generará al Estado millones de euros en impuestos cada año. Sin embargo, y con la sombra de Eurovegas planeando sobre nuestro país, es necesario subrayar el daño y el sufrimiento que el juego genera no sólo en los ludópatas y en sus familias, sino en miles de potenciales adictos que se ven animados por la permisividad y el reconocimiento social de estos negocios

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

«Llevo apostando desde hace seis años. Empecé animado por un compañero de estudios, y yo, ignorante de lo que puede enganchar esto, me abrí una cuenta en una conocida página de apuestas de Internet. Aposté durante tres años, y empecé a jugar bastante, metiendo 300 y hasta 500 euros. Al principio me fue bien, y gané hasta 2.500 euros en apuestas. Hasta que una vez llegué a perder 1.000 euros en un día, y ahí empezó mi calvario. Perdí todo el autocontrol que tenía sobre mí mismo; apostaba grandes cantidades para así poder recuperar las pérdidas, pero lógicamente también las perdía, y así hasta el día de hoy. Ahora tengo un préstamo pendiente, y no puedo más; ya que quiero dejarlo y no puedo. Este maldito vicio se ha apoderado de mi vida, y no consigo abandonarlo»: éste es uno de los múltiples mensajes que circulan por Internet, en foros en los que personas enganchadas al juego cuentan su sufrimiento y piden ayuda. No lo tienen fácil, y más cuando cada vez es más sencillo caer en esta adicción.

Hace unos días, las casas de apuestas deportivas y juego online han regularizado su situación fiscal en España, y ya son 53 los negocios que han obtenido la licencia para operar en nuestro país. Así, el Estado podrá recaudar, según Hacienda, entre 70 y 120 millones de euros al año; así, se controla fiscalmente un negocio que está experimentando en España un crecimiento espectacular. Pero la responsabilidad de la Administración no se puede limitar a cobrar impuestos, o a dar direcciones de asociaciones de jugadores anónimos.

¿Ganamos todos?

La psicóloga doña Julia Monge es una de las responsables de Juguesca, un centro de Palma de Mallorca especializado en el tratamiento del juego patológico. Desde su experiencia, alerta de que el juego y las apuestas por Internet «tienen el peligro de que uno no sabe bien en lo que se mete; además, se puede jugar desde casa, de modo que nadie se entera, y eso es muy peligroso. Y los filtros no funcionan, ya que hay menores de 18 años jugando en Internet».

Cuantas más oportunidades haya, más posibilidades hay de caer en la ludopatía. Monge destaca que, «a más oferta, más riesgo de adicción. Pero esto no es sólo malo para los ludópatas, sino que también supone un riesgo para muchas personas que ahora mismo no padecen este problema. Hoy, nos están metiendo el juego por todos lados: el casino de Mallorca, que antes estaba en un lugar retirado, hoy lo han trasladado al Paseo marítimo; el Rasca y gana de la ONCE, como es un juego rápido y muy accesible, genera mucha adicción; y está claro que Eurovegas no es una buena noticia. Es un bombardeo constante, y al ser online, se hace muy atractivo para los jóvenes; hacen publicidades agresivas, y muchos acaban siendo ludópatas. Ahora, con la Eurocopa, está todo el mundo revolucionado». Por eso también critica que se haya extendido la publicidad de casas de apuestas en las camisetas de los equipos de fútbol: «Se ha controlado el tema de la publicidad del tabaco y el alcohol en España, pero no se ha hecho lo mismo con el juego».

No en vano, como confirma un jugador con muchos años de experiencia como ludópata y como terapeuta, «desde que se implantó en 1977 el juego en España, si había un 1 por mil de ludópatas, ahora puede haber un 10 por ciento, y eso es consecuencia de las nuevas tecnologías. Está claro que, cuanta más cancha haya para el juego, peor estaremos todos».

El obispo de Getafe denuncia: «Ruina para las familias»

Mientras Sheldon Adelson deshoja la margarita de si desembarca o no en España con Eurovegas, el obispo de Getafe, monseñor Joaquín María López de Andújar, ha declarado a Religión en Libertad que el proyecto «es una fachada muy atractiva, que promete muchos puestos de trabajo, pero cuando entras, ves la podredumbre, con actividades que pueden romper muchas familias». Ha denunciado también que «esta propuesta llega en plena crisis, como un señuelo, pero el juego puede causar una grave servidumbre. Se habla de hoteles, restaurantes, instalaciones deportivas, centros de convenciones… ¡Claro que todo eso sería bueno! Pero si está en función de un gran casino, eso será inmoral y contaminará a todo lo demás». Asimismo, el obispo de Segorbe-Castellón, monseñor Casimiro López Llorente, ha denunciado que el proyecto «sólo fomentará el juego y las ludopatía. No vale crear empleo a cualquier precio; pese a estar en tiempos de crisis, el fin no justifica los medios. Se fomentarán las ludopatía y se creará una mayor ansia de riqueza, que ha sido precisamente una de las principales causas de la crisis». Y también el Obispado de Alcalá ha alertado sobre algunas de las consecuencias de esta iniciativa sobre las personas, los matrimonios, las familias y la sociedad.

Está claro que 17.000 millones de euros de inversión y 15.000 de retorno en turismo, así como 261.000 empleos, no pesan en la balanza ante una vida perdida y una familia destrozada.