Acuerdo pionero entre una orden masculina y otra femenina: «La familia crece»
Las comendadoras de Santiago y los agustinos recoletos firman un novedoso acuerdo para apoyarse mutuamente en lo espiritual y lo formativo, una idea que parte de una recomendación de la instrucción Cor orans. «Esto es hacer Iglesia y vivir la comunión», afirman
«Está siendo como un hermanamiento. Ellos se comprometen a ayudarnos sobre todo en lo espiritual, y nosotras intercedemos ante el Señor por sus necesidades, intenciones y apostolado» afirma la madre Lucía Girón, presidenta de la Federación de las Comendadoras de Santiago, ante el acuerdo firmado la semana pasada con los agustinos recoletos para apoyarse mutuamente tanto en la dimensión espiritual como en la formativa.
Se trata de un acuerdo pionero entre una orden masculina y otra femenina, que obedece a las indicaciones contenidas en la instrucción Cor orans, aprobada por el Papa Francisco hace tres años. Siguiendo las orientaciones del documento vaticano, las comendadoras iniciaron un proceso de reflexión para valorar su asociación con alguna orden masculina.
«Pensamos que los agustinos eran los religiosos más afines a nosotras. En los inicios de nuestra congregación, los Caballeros de Santiago, de los que procedemos, se fusionaron con ellos. Además, nosotras seguimos la Regla de san Agustín, y nuestro asistente espiritual actual es también agustino recoleto. Fue a través de él como nos pusimos en contacto con ellos para iniciar este proceso», cuenta la madre Lucía.
Por su parte, el prior general los religiosos, Miguel Miró, explica que están «encantados con que la familia se haga más grande. Esto nos nos beneficia a todos, es hacer Iglesia y vivir la comunión, y para nosotros es una gran ayuda tener monjas que recen por todo lo que hacemos en misiones, en el campo de la enseñanza y en las parroquias».
Gracias a este acuerdo, los agustinos recoletos ayudarán en la formación inicial y permanente de las comendadoras, y apoyarán también su promoción vocacional para ofertar su carisma a jóvenes que se encuentren en proceso de discernimiento vocacional.
La firma se tuvo que retrasar con motivo de la pandemia, por lo que solo ha sido posible firmarlo la semana pasada. «Ellos nos han acogido con mucho cariño», afirma la madre Lucía Girón, para quien «todo lo que sea unión es bonito y bueno».