Abrazo de amigos y personalidades en la primera Misa como cardenal de José Cobo

«Este hombre tiene la estatura de Jesús. Estamos acostumbrados a cardenales que intimidan con sus vestiduras, pero José Cobo tiene una forma de hacer pastoral y predicar similar a la de Jesús», dice a Alfa y Omega Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina. No es española sino argentina, pero aun así se ha desplazado al Pontificio Colegio Español de San José para estar presente en la primera Misa como cardenal del arzobispo de Madrid, quien fue elevado al cardenalato el pasado sábado y ha estado arropado en Roma por sus amigos y gente de la Curia interesada en su perfil.

«Acaba de decir en su homilía “la Iglesia no es una idea, la Iglesia se realiza”. Esa es una idea que tiene que ser muy fuerte en el catolicismo», señala la secretaria, quien asegura estar siguiendo todas las predicaciones y homilías del nuevo cardenal porque «está muy en línea con el Papa Francisco, quizá porque España y Argentina hablan la misma lengua y hay ideas que a otros idiomas son más difíciles de traducir».

José Alberto Rugeles Martínez, vicepresidente del Foro de Laicos de España y miembro del equipo de Apostolado Seglar de la archidiócesis de Madrid, cuenta que ha acudido al Colegio Español porque sentía «una obligación de acompañar a nuestro pastor cuando recibía el capelo del Santo Padre». Celebra estar en Roma porque «aquí uno se siente universalmente católico».

Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española, cuenta que «sobre todo he venido a acompañar a un amigo y a alguien que es mi pastor». Asegura estar «especialmente contento de que desde la Iglesia nos hayan puesto a un pastor joven, con ganas y un proyecto de Iglesia joven que camina en Madrid». En su opinión, la creación como cardenal de José Cobo «abre el horizonte de actualizar la diócesis al mensaje del Papa Francisco y a la Iglesia de este momento a partir de los retos que tenemos hoy en día en nuestra sociedad siguiendo el Evangelio, que siempre es el mismo, pero dándole un impulso nuevo».

La italiana Elena Tadiello, miembro de la Comunidad Abraham en Roma, que también tiene presencia en Madrid, ha querido estar en la primera Misa del cardenal «para saludarlo, darle las gracias por su estilo cercano y celebrar su creación». Revela que tiene planes para «estar más presentes en las periferias e iniciaremos una colaboración más profunda con el nuevo cardenal».

María Lía Zervino, presidenta de la Unión Mundial de Organizaciones de Mujeres Católicas, define como «una gracia enorme celebrar este momento histórico de la Iglesia que se hace carne en este tipo de celebraciones donde se valora la Iglesia universal». Como argentina, se considera «una hija de la Iglesia española». «Para mí es doblemente una fiesta», confiesa.

Ambos trabajarán juntos en el Dicasterio para los Obispos, donde el madrileño se empeñará como cardenal. «Son todos cardenales y obispos y tres mujeres; una cosa histórica que quería el Papa Francisco». Zervino reivindica que «muchas veces las mujeres no tenemos suficiente espacio en la toma de decisiones y este es un proceso para acompañar al Papa». Y pronostica que «vamos a poder colaborar en esta nueva tarea, cada jueves estoy en las sesiones y aprendo muchísimo con el cardenal y seguimos caminando».