«A mi hija no me la van a devolver, y se siguen tirando chicos por el bullying»
En el Día Internacional contra el Acoso Escolar, el padre de Kira López apoya la campaña Yo sí te creo, de la asociación NACE, y denuncia que nada ha cambiado desde la muerte de su hija
«Siempre es positivo que se hable y se visibilice» el acoso escolar. En ese sentido, José Manuel López, padre de Kira López, celebra que el Parlamento de Cataluña aprobara el 26 de abril la creación de un grupo de trabajo sobre este problema. El objetivo, explica, es que se llegue a aplicar el decálogo contra el acoso escolar aprobado en esta misma cámara en 2020. «Si se hubiera aplicado, seguramente mi hija seguiría viva».
Kira, de 15 años, se quitó la vida el 19 de mayo del año pasado cuando iba de camino a su colegio, en Barcelona. Después de su muerte, López escribió una carta a todos los diputados autonómicos con su foto, y explicándoles su historia. «Se reunieron conmigo y me dijeron que iban a crear este grupo de trabajo».
«Nos hemos quedado en la retórica»
En este sentido, valora que «en Cataluña hemos sido pioneros en este tema», aunque todavía cree que «nos hemos quedado en la retórica. Nadie actúa en la práctica». Lamenta que en un año no ha cambiado nada. «A mi hija no me la va a devolver nadie, pero se siguen tirando chicos por lo mismo». Esto le hace tener «miedo a que esto se quede como la protección de la mujer: hay muchas campañas, pero sigue» habiendo violencia y muertes.
«Ya sé que los centros tienen las ratios muy altas, con 30 chicos por aula. Pero eso no es disculpa». Pide que estas se reduzcan. También que «se pongan en las escuelas educadores sociales, y psicopedagogos además de psicólogos». Y que sean «externos», no dependientes del centro. Solo así podrán ser «observadores reales. El colegio no puede ser juez y parte».
De hecho, este padre no entiende que, incluso cuando al final se reconoce el acoso, se espere (y por tanto se permita) que «a un chico lo peguen dos o tres veces. Yo aspiro a que se prevenga ya desde el inicio del conflicto. «Los niños deben tener los mismos derechos que los adultos, no menos».
«¿No serás muy susceptible?»
Espera que estos mensajes encuentren más eco este lunes, en el que se celebra el Día Internacional contra el Acoso Escolar. Aunque de momento no están «lo suficientemente recuperados» para hacer nada público, apoyará en su cuenta de Twitter, y con la etiqueta #StopBullyingforKira, la campaña Yo sí te creo. La ha lanzado la asociación No al Acoso Escolar (NACE), de la que forma parte, y cuenta con el anuncio de la Fundación Cola-Cao.
El objetivo de la campaña es acabar con el fenómeno, demasiado frecuente, de que cuando una víctima de acoso revela lo que le está pasando los adultos no le crean. Con preguntas como «¿estás segura de que fue así? ¿No será que tú le habías hecho algo antes? ¿No será que eres demasiado susceptible?», el menor se siente «incomprendido, cuestionado», y «empieza a tener una sensación de indefensión y de impotencia», asegura NACE en su web. Aunque le pasen cosas más graves, es probable que ya no vuelva a hablar.
Ante la primera confesión de lo que está sufriendo, los adultos deben en cambio responder con la «regla de las tres A: acoger» desde la disponibilidad y la escucha activa; «apoyar», y «actuar». Los padres, informando al colegio. Los profesores, «blindando a la víctima, frenando al acosador» y abordando la cuestión con los testigos, para que tomen postura y sepan que, «si ellos hablan, se acaba el acoso».
«Que todas las empresas se mojen»
«Me gustaría que todas las empresas privadas que sacan beneficios a través de campañas con niños se mojasen» en campañas contra el acoso, apunta López. «No basta solo con las instituciones». Eso sí, no le parece adecuado que en los anuncios «siempre se vea que la persona que soluciona el problema es otro niño», sin intervención de los adultos. Los observadores, a los que se quiere llegar, «tienen miedo de que les toque a ellos, y por eso miran a otro lado o participan» en los ataques. «El que lo puede arreglar es el adulto». Pero «los profesores no se involucran, porque no pueden, porque no tienen herramientas, porque no saben o porque no quieren».
López era consciente de que su hija en algún momento había sufrido acoso, y también ha denunciado que algún profesor «la trató mal. Pero veía que iba saliendo adelante… Hasta que de repente tuvo un día malo y ya no salió adelante. Es lo peligroso de tratar mal a los chicos a esta edad. Si no se les empodera un poco, la cosa puede acabar muy mal».
Si el acoso en las aulas afecta a uno de cada tres estudiantes, el peligro aumenta en el caso del ciberacoso, pues sus efectos se extienden al ámbito personal y privado de los niños. Por ello, el CEU ha lanzado la campaña Cibervalientes contra el acoso. La iniciativa pretende concienciar sobre este problema a los más jóvenes para «generar debate, mover conciencias y ayudar a prevenir este tipo de situaciones».
Luis Martínez-Abarca, director de Colegios CEU, explica la importancia de trabajar en un plan de convivencia que «facilite que los alumnos crezcan en un entorno sano en el que desarrollarse física, psíquica y socialmente. Es fundamental trabajar sobre todo en la prevención, al gestionar la convivencia en los centros, convirtiendo al grupo en garante de la seguridad de cada uno de sus individuos y siendo capaces de intervenir ante cualquier signo de alarma».
La campaña #Cibervalientes invita a jóvenes, docentes, padres e influencers a que participen publicando una foto en la que aparezcan cruzando los dedos al frente y formando una cruz en representación del rechazo al acoso y la lucha contra cualquier tipo de agresión en las redes.