Nuestra compañera Reme inició sus servicios en el Arzobispado de Madrid en el Tribunal Eclesiástico, que por aquel entonces estaba situado en la Provincia Eclesiástica. Llegó el 1 de julio de 1976, y para este primer contrato y dado que iba para los tribunales, se necesitó la autorización de su padre para así permitir su contratación.
Tras los tribunales eclesiásticos, pasó por el secretariado diocesano de templos parroquiales, la librería del arzobispado, la jefatura de personal, otros oficios más breves y, por último la Delegación de Familia, con don Manuel Barrios y por último con don Fernando Simón como delegados.
Empezó a trabajar el 1 de julio de 1976, y causó baja el 17 de mayo de 2016. Reme cayó enferma en el año 2015; le operaron el 25 de febrero y se fue recuperando, pero sin poder llegar a incorporarse de nuevo al trabajo. Pasó por el tribunal médico y optó por darle de baja definitiva.
De ella solo podemos decir que fue una abnegada trabajadora, incondicional y muy amiga de su amigos y sobre todo de su familia. Su esposo José le brindó toda clase de afectos hasta el último segundo de su vida. De su única hija, solo decir que se llevaban, aparte de como madre e hija, como dos amigas inseparables. Ella era la que reunía y unía a toda su familia.
Sus amigos hemos tenido la suerte de poder acompañarla hasta el último segundo, dando así gracias al Señor Dios Padre por permitirnos el privilegio de estar al lado de una trabajadora incansable y una luchadora nata.
Luis Fernández