Cuando Elvis Presley le cantaba a Dios
Elvis Presley no fue precisamente un modelo de conducta intachable. Sin embargo, y a pesar de sus dos divorcios y tres parejas, de sus escarceos amorosos y de su adicción a los medicamentos —aunque renegaba de las drogas ilegales—, el Rey del rock nunca ocultó que creía en Dios y que acudía a Él precisamente para intentar superar sus debilidades. 80 años después de su nacimiento, algunas de sus canciones de temática religiosa siguen siendo igual de emocionantes
Pueden ustedes prepararse para tener una buena sobredosis mediática de Elvis Presley a lo largo de este 2015, pues este año se celebra el 80 aniversario de su nacimiento, y pocos personajes resultan tan atractivos para los mass media como el Rey del rock, cuyos éxitos musicales siguen sonando en la radio, y los títulos de sus discos son todavía fáciles de encontrar en las listas de álbumes más vendidos.
Sin embargo, pocos saben que, a pesar de su fama de conquistador mujeriego, de galán un tanto golfo y de adicto a los narcóticos y ansiolíticos (que, eso sí, siempre obtenía con recetay bajo supervisión de su médico, pues abominaba del consumo de drogas ilegales y criticaba el movimiento hippie), Elvis Presley tenía también un acendrado sentimiento religioso que no dudaba en mostrar en sus canciones. No era un santo, pero tampoco estaba orgulloso de ser un pecador.
A lo largo de su carrera interpretó más de 50 temas de inspiración cristiana, e incluso llegó a grabar varios discos de gospel, con los que ganó tres premios Grammy. De hecho, sus inicios en la música fueron en el coro gospel de la iglesia de su ciudad natal, Tupelo; y ya siendo una estrella internacional, era frecuente que se emocionase hasta la lágrima cuando alguien le hablaba de Dios, como reconoció veladamente en su famosa Criying in the chapell (Llorando en la iglesia), de 1960. Ya en plena cima del éxito, Elvis solía leer la Biblia con frecuencia y reconocía a sus amigos que en Jesucristo encontraba la paz de espíritu que tantas veces ansiaba. Su hermano llegó a afirmar que, cuando lo encontraron agonizante el 16 de agosto de 1977 en su cuarto de baño, Elvis sólo podía bisbisear «Muéstrame una salida, Señor, estoy cansado y confuso, ¡te necesito!».
Una de las canciones religiosas más impactantes que el Rey del rock le dedicó al Rey de Reyes es «He touch me», es decir, «Él me tocó», que ganó un Grammy a la canción más influyente de Estados Unidos, y que lanzó en 1972, justo después de divorciarse de su mujer, Priscilla. De hecho, ése no es sólo el título de la canción, sino de todo un álbum de canciones religiosas en las que destacan otros títulos como su adaptación de la popular Amacing Grace (Maravillosa Gracia), Help me (Ayúdame), o Reach out to Jesus (Llegar a Jesús).