Las 10 obras de misericordia del Papa Francisco durante el Año Jubilar

La foto que encabeza la noticia, del pasado mes de septiembre, es uno de los gestos del Papa Francisco que quedará en la memoria del Jubileo de la Misericordia. No sólo por el impacto tan grande en redes sociales –1,8 millones de impactos en apenas horas–, sino también por su particular modo de defender la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural –luego visitaría a enfermos terminales– y por estar siempre con los que sufren. Francisco se enfundó una bata verde encima de su sotana blanca para visitar la unidad neonatal del Hospital San Juan de Letrán, cogió en sus brazos a los bebés enfermos, se acercó a aquellos cuya vida depende de la incubadora y consoló a sus padres. Este gesto fue uno de los que realizó en los llamados Viernes de la Misericordia, en los que Francisco visitaba por sorpresa, una vez al mes, realidades de sufrimiento, periferias físicas y existenciales. Recordamos ahora las imágenes de todas esas obras de misericordia.

Francisco acudió a la Estación de Termini para iniciar los gestos de misericordia, abriendo una puerta santa por donde entrarán los pobres a pedir alimento y cobijo.

Por sorpresa, Francisco se presentó el 15 de enero en una residencia de ancianos. Pasó un buen rato conversando y saludando a estos mayores, con la intención de poner de manifiesto la importancia de cuidar a los mayores y no descartarlos.

Francisco se acerca siempre a aquellos que en la sociedad están más excluidos. Entre ellos, sobresalen las víctimas de alguna adicción como el alcohol o las drogas. El Papa en su visita tocó esta realidad de sufrimiento y les animó a seguir adelante, a no tener miedo.

Mientras rezaba el vía crucis en el Coliseo de Roma, el Papa Francisco había encargado a la Limosnería Apostólica que visitara a todas las personas que dormían en la calle y les entregaran un saco de dormir y una cantidad de dinero de parte del Pontífice.

Francisco se hizo presente en el Año de la Misericordia en la realidad de la discapacidad con una visita a la comunidad de Il Chicco, a las afueras de Roma. El Papa llevó pasteles y fruta para compartir con ellos y estos le agasajaron con su cariños en forma de abrazos y sonrisas.

En junio, el Santo Padre dedicó su viernes de la misericordia a los sacerdotes ancianos y jóvenes. Se detuvo especialmente con los mayores, a quien agradeció su servicio y entrega a la Iglesia.

El Papa visitó en agosto, una vez retomó su actividad pública, la comunidad Juan XXIII, que acoge a 20 mujeres liberadas de la trata con fines de explotación sexual.

El Papa Francisco quiso visitar también una aldea infantil, donde viven niños huérfanos o con problemas que no pueden ser afrontados por sus familias. Tan cercano como siempre, jugó, incluso, al futbolín.

En su último viernes de la misericordia, Francisco volvió a sorprender. Esta vez, se encontró con las familias de sacerdotes que dejaron el ministerio. Quiso que fuera una muestra de cercanía a estas personas que tomaron una decisión dura y muchas veces no compartida por sus hermanos sacerdotes.