Seguro que ya estarás disfrutando con los regalos que te han traído este año los Reyes Magos. A estas alturas, ellos ya deben de estar a punto de llegar de vuelta a su casa, en algún lugar secreto de Oriente. Sin embargo, lo que quizás no sabes es que Sus Majestades pasaron las noches previas a la del día 5 ¡en el Palacio arzobispal de la diócesis de Alcalá de Henares, en Madrid!
Fue el propio obispo, monseñor Juan Antonio Reig Pla, el que les invitó a descansar en la residencia episcopal de Alcalá los días 3 y 4.
El sábado 3 por la mañana, Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron hasta la Fortaleza-Palacio arzobispal, junto a un gran cortejo real, con estandartes, banderolas, una banda de música, subidos a caballo y guiados por la estrella. Allí les esperaba monseñor Reig, que los recibió con mucho afecto y les dio a besar una imagen del Niño Jesús, porque lo más importante de todo lo que hacen los Magos de Oriente es adorar a Jesús, o sea, mostrarle su cariño, su respeto, su amor, y decirle cosas bonitas. Como siempre, los tres Reyes presentaron ante el Niño sus regalos: un cofre con oro, otro con incienso y otro con mirra.
Luego pasaron al Palacio, donde les habían preparado una jaima (la tienda de campaña tradicional de los reyes de Oriente), con plantas, cojines orientales y sus tronos. Después, pasaron todos los niños que les habían acompañado durante el recorrido y en su llegada a la residencia del obispo; y uno a uno, todos los pequeños fueron dando a Sus Majestades la carta que habían escrito. ¡Y también lo hicieron los papás, los abuelos, y hasta el propio obispo, que fue el primero en dar su carta a los Reyes!
Lo mejor es que Melchor, Gaspar y Baltasar no sólo escucharon los regalos que los niños pedían, sino que también le prometieron que pondrían delante del Niño Dios todos los deseos, peticiones y buenas intenciones que tenían en su corazón.
De hecho, el obispo y los tres Magos llegaron a un acuerdo, e invitaron «a todos los niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos, y también a las instituciones, a presentar a Sus Majestades sus peticiones y necesidades, especialmente aquellas que sólo Dios puede cumplir», para «ponerlas a los pies del Niño Jesús», como dicen desde la Delegación de Cultura de la diócesis. ¿Y cómo lo van a hacer? Pues enviando las cartas a los conventos de clausura de la diócesis, para que las monjas recen todo el año por las personas que las han escrito, por sus familias y por todas las intenciones particulares que hayan puesto. Por eso, y como los Reyes son Magos y pueden enterarse de las peticiones incluso después del día 5, la diócesis de Alcalá todavía recoge cuantas cartas lleguen a lo largo del mes de enero, para enviárselas a Sus Majestades y, después, a los conventos, para que las religiosas recen por quienes las envíen.
Así que tengas la edad que tengas, puedes escribir otra carta a los Reyes, pidiéndoles que presenten al Niño Dios todas tus peticiones, y enviarla a reyesmagos@obispadoalcala.org
El mejor regalo ¡puede estar aún por llegar!