ONGs cristianas e islámicas juntas para promover la paz en República Centroafricana
El programa tiene tres objetivos estratégicos: fortalecimiento de la capacidad de las instituciones Centroafricanas para que se conviertan en promotoras de la cohesión social; el desarrollo económico de los sectores más pobres de la población; el apoyo a las víctimas de la violencia y la educación para la paz
«Partnership inter-confesionales para la consolidación de la paz en la República Centroafricana (CIPP)». Este es el nombre del proyecto conjunto financiado por un grupo de ONGs cristianas e islámicas que pretenden sostener el proceso de paz en la República Centroafricana que está haciendo progresos significativos para salir de la guerra civil.
El CIPP está patrocinado por la plataforma interreligiosa por la paz de Centroafrica, fundada en 2013 por los representantes de las tres religiones más importantes del país: el arzobispo católico de Bangui, monseñor Dieudonné Nzapalainga; el presidente del Consejo islámico centro-africano, Imam Oumar Kobine Layama y el presidente de la Alianza Evangélica, el pastor Nicolás Guérékoyaméné-Gbangou, del Catholic Relief Service (CRS), del Islamic Relief Worldwide, de World vision e Aegis Trust. «Por primera vez, los partner sostendrán un proyecto de 5 años de duración, algo que nunca antes se ha realizado», ha declarado monseñor Nzapalainga.
La iniciativa ha recibido una financiación de 7 millones de dólares por parte de la Agencia americana para el desarrollo (USAID), que se suman a otros 4 millones donados por individuos privados.
El programa tiene tres objetivos estratégicos: fortalecimiento de la capacidad de las instituciones Centroafricanas para que se conviertan en promotoras de la cohesión social; el desarrollo económico de los sectores más pobres de la población; el apoyo a las víctimas de la violencia y la educación para la paz.
El proyecto fue presentado en Bangui el 13 de mayo con la proyección de una entrevista a los tres líderes de la plataforma interreligiosa por la paz que afirman que la crisis Centroafricana no es confesional, como a menudo suele presentarse, sino que se trata de una crisis política y social.