Natalia Peiro: «En estos años se ha producido la consolidación de la desigualdad» - Alfa y Omega

Natalia Peiro: «En estos años se ha producido la consolidación de la desigualdad»

Después de ocho años al frente de Cáritas Española como secretaria general, Peiro pasará el testigo a María González

José Calderero de Aldecoa
Natalia Peiro
Foto: Cáritas Española / Rocío Peláez.

—Le pido un balance, pero social. ¿Cómo ha evolucionado la realidad en el tiempo que ha estado al frente de Cáritas Española?
—Han sido ocho años en los que han pasado muchísimas cosas que nos han cambiado como sociedad. Se ha producido la consolidación de la desigualdad en España. En este tiempo hemos observado que se ha cronificado, lo que a su vez ha producido una desvinculación entre grupos sociales. La gente solo se relaciona con sus iguales como forma de protección; un fenómeno además en el que ha incidido el algoritmo de las redes sociales. Todo ello ha degenerado en una sociedad más desesperanzada, más atormentada y más miedosa a todo lo diferente. Hay que hablar también de la guerra de Ucrania, de la multicrisis migratoria y de la COVID-19, con todo lo que supuso.

—¿La pandemia fue su momento más difícil al frente de Cáritas?
—Fue un momento muy difícil. 15 días antes había fallecido una hermana mía, así que lo recuerdo con horror. Cuando comenzó todo fue complicado, porque hubo una explosión de llamadas y de preguntas de todas las Cáritas diocesanas. Es verdad que todo, gracias a Dios, se encauzó rápidamente. En las tres horas posteriores al cierre, desde el equipo directivo de Cáritas decidimos crear un comité de crisis. Nos reuníamos todos los días temprano. Pasábamos horas creando protocolos, dando directrices, ayudando en la tramitación de las ayudas gubernamentales, entre otras cosas. Fue muy intenso, pero creo que estuvimos a la altura y reaccionamos relativamente rápido. El equipo humano de Cáritas lo dio todo.

—¿Qué le sugiere el hecho de haber sido la primera mujer secretaria general de Caritas Española? ¿Queda recorrido en este ámbito?
—En su momento lo viví con mucha alegría. Entonces no era consciente de lo que iba a suponer, de lo que ha supuesto. He visto una transformación real. En el Consejo General de Cáritas estaba yo sola y ahora hay nueve mujeres. También ha crecido mucho el número de las que están al frente de las Cáritas diocesanas. Eran mujeres muy válidas, que siempre habían estado en el entorno de Cáritas, pero que nunca se habían planteado la dirección. Yo me alegro mucho por haber podido contribuir con naturalidad a que se diera este paso. También hay que decir que hemos avanzado muchísimo en planes de igualdad. Hay una parte que está marcada por ley, pero además influye el entorno. Es como si las mujeres llamaran a las mujeres.

—En estos años Cáritas ha podido hacer de puente entre los más vulnerables y el mundo de la política para que a la hora de legislar se tenga en cuenta la situación real de las personas. ¿Ha habido sensibilidad hacia sus propuestas? ¿Qué importancia tiene que las políticas públicas no pierdan el contacto con los últimos?
—Tiene muchísima importancia. Como dice, hemos puesto mucho esfuerzo en ser puente entre las personas que peor lo pasan y las políticas públicas, que deben ayudar a corregir la desigualdad de la que hablaba antes. Sí tengo que decir que me quedo con una sensación agridulce porque en el tema político hemos tenido muchísimas puertas abiertas, mucho diálogo a todos los niveles —tanto local, como autonómico y estatal—, pero la situación se ha convertido en muy inestable y cortoplacista. Muchos asuntos no han salido adelante por falta de consenso, por no querer aprobar propuestas de otros; y eso es triste. Hace falta consenso y mirada a largo plazo. En este tiempo no ha habido ningún pacto de Estado y, al contrario, se han desmantelado muchos contextos. Por lo que tengo la sensación de que hemos tocado piedra.