Ellos no se tomarán las uvas este año
«Tener una vida digna no debería ser cuestión de suerte», afirma la campaña de Navidad de Cáritas
Cáritas Española ha lanzado su tradicional campaña de Navidad bajo el lema Mientras haya personas hay esperanza, en un contexto marcado por el aumento de la precariedad y la desigualdad, según refleja el último informe FOESSA. El estudio advierte de que la vivienda y el empleo precario están configurando una nueva estructura social en la que se reduce la clase media y crece la población en exclusión severa.
Entre los grupos más afectados se encuentran los menores, las mujeres —que encabezan el 42 % de los hogares en exclusión severa— y las personas migrantes en situación administrativa irregular, de las cuales el 68 % sufre exclusión debido, en parte, a la lentitud de los trámites.
Por todo ello, la campaña de Navidad subraya que «tener una vida digna, acceder a los derechos humanos, vivir en paz, con seguridad, tener un hogar, un empleo, acceder a una buena educación y a la protección de la salud, no debería ser una cuestión de suerte», afirma María Ángeles García, responsable de la campaña.

Una Navidad coherente
Así, la organización anima a vivir el tiempo de Adviento como una oportunidad para tomar conciencia y promover una Navidad coherente con la dignidad de todas las personas acompañadas en parroquias, proyectos y centros de Cáritas.
La campaña incluye una invitación expresa a la colaboración económica, uno de los pilares que permiten sostener el trabajo de las 70 Cáritas diocesanas en España. En el último ejercicio, la entidad destinó más de 486,9 millones de euros para acompañar a 2,1 millones de personas dentro y fuera del país, en un contexto de creciente inseguridad alimentaria, desempleo, dificultades de acceso a la vivienda y problemas de salud mental. De esta cantidad, más de 343,5 millones procedieron de aportaciones privadas, lo que representa más del 70,5 % del total de recursos invertidos.
«Queremos que las iniciativas que ponemos en marcha cada día —afirma María Ángeles García— ayuden a que miles de personas logren una vida más justa». Porque tener una vida digna, acceso a los derechos humanos «y vivir en paz, con seguridad, hogar, empleo, educación y salud no debería depender de la suerte», como las uvas de Nochevieja.