El Pontífice visita a Jesús presente en los enfermos: «No podemos olvidar a los más frágiles» - Alfa y Omega

El Pontífice visita a Jesús presente en los enfermos: «No podemos olvidar a los más frágiles»

En su visita a los enfermos del Hospital de la Cruz, el Papa ha pedido no aferrarse «a los falsos mitos del bienestar» mientras se «ignora tantas situaciones de pobreza»

José Calderero de Aldecoa
El Papa con los enfermos del hospital. Foto: Vatican Media.

El Papa ha comenzado el último día de su primer viaje apostólico, que le ha llevado hasta Turquía y Líbano, en el Hospital de la Cruz, de Beirut, donde ha reconocido que «quise venir porque Jesús habita en este lugar: en ustedes, los enfermos, y en quienes cuidan a los enfermos: las hermanas, los médicos, todo el personal sanitario».

Ante ese Cristo encarnado en los enfermos, León XIV ha instado a la humanidad a no «olvidar a los más frágiles». Y ha añadido: «No podemos concebir una sociedad que avance a toda velocidad, aferrándose a los falsos mitos del bienestar, mientras ignora tantas situaciones de pobreza y vulnerabilidad».

Esta misión, según el Pontífice, interpela particularmente a los cristianos. «Como Iglesia del Señor Jesús, estamos llamados a cuidar de los pobres», ha subrayado el Santo Padre. «El Evangelio mismo nos lo pide, y no debemos olvidar que el clamor de los pobres, que resuena en toda la Escritura, nos interpela».

Cerca del corazón de Dios

Durante su breve intervención, el Papa ha querido recordarles a los enfermos «que están cerca del corazón de Dios, nuestro padre». De hecho, «Él los sostiene en la palma de su mano; los acompaña con amor; y les ofrece su ternura a través de las manos y las sonrisas de quienes los cuidan», ha asegurado.

A cada uno de ustedes, ha continuado León XIV, «el Señor les dice hoy de nuevo: “Te amo, te cuido, eres mi hijo. Nunca lo olviden”».

León XIV durante su intervención. Foto: EFE / EPA / Alessando di Meo.

Signo del amor de Cristo

El hospital fue fundado por el beato padre Jacques, Père Yaacuba, «incansable apóstol de la caridad, recordado por la santidad de vida que demostró especialmente a través de su amor por los más pobres y los que sufren», ha subrayado el Papa.

En la actualidad esta labor la continúan las Hermanas Franciscanas de la Cruz, que él fundó. «Gracias, queridas hermanas, por el trabajo que realizan con tanta alegría y dedicación. Prestan un servicio invaluable».

El Papa saluda a su llegada al hospital. Foto: EFE / EPA / Alessando di Meo.

Al resto del personal del hospital, el Pontífice les ha recordado que «su presencia competente y compasiva, y su cuidado de los enfermos, son un signo tangible del amor misericordioso de Cristo». Les ha comparado con el buen samaritano del Evangelio, «que se detiene junto al herido y lo cuida, levantándolo y curando sus heridas».

Ante esta labor, a veces pueden «sentir cansancio o desánimo, especialmente dadas las difíciles condiciones en las que a menudo trabajan». En estas circunstancias, «las animo a no perder la alegría de esta misión. A pesar de las dificultades, tengan presente el bien que pueden realizar. A los ojos de Dios, ¡es una gran obra!»