León XIV visita la majestuosa mezquita azul

León XIV comienza su tercera jornada en Turquía en la majestuosa Mezquita Azul

Compuesta por 21.043 azulejos de cerámica turquesa, el Papa ha visitado la Mezquita Azul durante 20 minutos y no ha querido detenerse a rezar

José Calderero de Aldecoa
El Papa dentro de la mezquita azul.
El Papa dentro de la mezquita azul. Foto: CNS.

En la majestuosa mezquita Sultan Ahmed de Estambul, compuesta por 21.043 azulejos de cerámica turquesa incrustados en las paredes y 260 ventanas, conocido por ello como «la Mezquita Azul», el Papa ha abierto su tercera jornada de visita a Turquía. En la visita, León XIV ha estado acompañado por el jefe de la Diyanet, que equivale al presidente de Asuntos Religiosos de Turquía.

El lugar ya fue visitado por sus antecesores. El Papa Francisco precisamente conoció el lugar un 29 de noviembre, pero de 2014. Entró descalzo en la mezquita y se detuvo en silencio a rezar junto al gran muftí, repitiendo lo que había hecho años antes Benedicto XVI, que llegó a Turquía en 2006, tal y como recuerda Vatican News, «tras la polémica suscitada por el malentendido sobre su discurso de Ratisbona, que quedó zanjada con su visita al país».

El Pontífice alemán accedió a la Mezquita Azul el 30 de noviembre, en una visita no programada, y rezó en silencio ante el mihrab, la hornacina de mármol que indica la dirección de La Meca, junto con el gran muftí de la ciudad, Mustafá Cagrici, que acababa de invitarlo a realizar juntos ese gesto de recogimiento.

León XIV descalzo dentro de la mezquita azul. Foto: CNS.

Solo una visita

A diferencia de sus antecesores, León XIV solo ha querido visitar el lugar de oración de los musulmanes. «Se le explicó que esta era la casa de Alá y que podía tener un momento de alabanza», según ha revelado el muecín de la mezquita, Askin Musa Tunca. Pero el Santo Padre ha contestado «que estaba bien así» y que continuaba «dando una vuelta» por la mezquita.

Posteriormente el Vaticano ha matizado la actuación del Pontífice en un comunicado: «El Papa vivió la visita a la mezquita en silencio, con espíritu de recogimiento y escucha, con profundo respeto por el lugar y la fe de quienes se reúnen allí para rezar».

El recorrido ha durado unos 20 minutos aproximadamente mientras escuchaba las explicaciones del muecín, quien guía la oración. Como manda la cultura islámica, León XIV ha tenido que descalzarse para entrar y después ha admirado los colores de las bóvedas de Sultán Ahmed.

Encuentro con la Iglesia ortodoxa

Al salir de la Mezquita Azul, el Papa ha continuado la jornada con la visita a la Iglesia ortodoxa siriaca de Mor Ephrem, situada a 15,7 kilómetros, en el distrito de Yeşilköy. Inaugurada en 2023, «es la primera iglesia construida en Turquía desde la fundación de la república, un hecho histórico para la comunidad sirio-ortodoxa», ha destacado Vatican News. Dedicada a Efrem el Siro, su construcción se extendió por una década, marcada por retrasos administrativos, la pandemia de COVID-19 y el terremoto que afectó a Turquía y Siria en 2023.

La Iglesia ortodoxa siriaca, con unos dos millones de fieles en el mundo, es una Iglesia ortodoxa oriental autocéfala cuyo patriarcado se encuentra en Damasco. Su actual patriarca, Ignacio Efrem II, es una «figura influyente en el diálogo ecuménico internacional», según el portal vaticano. Contribuyó de manera significativa al nacimiento de la organización ecuménica Christian Churches Together en el 2007.

El Pontífice saliendo de la Mezquita Azul. Foto: CNS.

En Mor Ephrem, el Pontífice ha tenido un encuentro privado con los jefes de las Iglesias cristianas. A su llegada, el Papa ha sido recibido por el patriarca siro ortodoxo y por el metropolitano para las diócesis de Estambul, Ankara e Izmir. Tras la foto de grupo y un canto invocando al Espíritu Santo, los líderes han participado en una reunión a puerta cerrada con intervenciones de cada representante y un discurso del Papa. Antes de partir, el vicario patriarcal ha dirigido la oración del padrenuestro.