Roma avisa del riesgo de referirse a la Virgen como «corredentora»
Sin juzgar la intención de quienes quieren expresar la belleza de María, este título es «inoportuno», según Doctrina de la Fe, pues existe el peligro de «oscurecer la única mediación salvífica de Cristo»
En los últimos años, el Vaticano ha recibido «decenas» de cartas de fieles católicos que solicitaban al Papa que reconozca con un dogma que la Virgen María es «corredentora de la humanidad». Como respuesta, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha preparado un amplio documento que analiza si es correcto dar ese paso. Ahí revela que ya se lo planteó san Juan Pablo II, cuando recibió ocho millones de peticiones, y decidió no hacerlo.
«En internet, los partidarios de estas solicitudes de dogmas son muy activos y suscitan dudas entre los fieles», ha explicado a los medios el prefecto, cardenal Víctor Manuel Fernández, que firma el nuevo documento. «No se trata de juzgar las intenciones de estos grupos o personas, que intentan expresar la belleza de María. Hace unos días me detuve ante la Piedad de Miguel Ángel y ante ese rostro de María que expresaba el dolor y la fuerza de su maternidad se entiende que algunos quieran atribuirle muchas cosas hermosas. Pero el papel propio del magisterio es discernir si son auténticas para tutelar la fe genuina del pueblo de Dios», ha justificado. En la larga nota Mater populi fidelis (Madre del pueblo fiel) publicada este martes, el Vaticano dice que «es siempre inoportuno el uso del título de Corredentora para definir la cooperación de María en la obra de la redención». Se «corre el riesgo de oscurecer la única mediación salvífica de Cristo y, por tanto, puede generar confusión».

No es la primera vez que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe descarta aprobar este dogma. El texto revela que en 1996 san Juan Pablo II solicitó al cardenal Joseph Ratzinger que estudiara si eran verdades de fe que la Virgen María es corredentora y mediadora, y que este aseguró que no era apropiado. «El significado preciso de los títulos no es claro y la doctrina en ellos contenida no está madura. Una doctrina definida de fe divina pertenece al depósito de la fe, es decir a la revelación divina vehiculada en la Escritura y en la tradición apostólica. Sin embargo, no se ve de un modo claro cómo la doctrina expresada en los títulos esté presente en la Escritura y en la tradición apostólica», respondió al Papa, en un texto inédito hasta ahora.
Lo cierto es que ni Pío XII, ni san Juan XXIII ni san Pablo VI usaron jamás esa expresión, y tampoco el Concilio Vaticano II. Juan Pablo II la empleó en siete ocasiones, pero no en su encíclica Redemptoris Mater, sobre la Virgen María. Y dejó de hacerlo tras conocer la opinión negativa de Ratzinger. Benedicto XVI la evitó y Francisco la rechazó explícitamente: «[La Virgen María] jamás quiso para sí tomar algo de su Hijo. Jamás se presentó como co-redentora. No, [se presentó como] discípula», dijo en la fiesta de la Virgen de Guadalupe de 2019.
Según el cardenal Fernández, «ningún Papa rechazaba estos títulos por falta de amor a María, todo lo contrario». Se trata de recordar que «solo Dios salva, solo Él infunde la gracia». «La nota doctrinal supera la dialéctica entre maximalismo y minimalismo mariano, la tendencia a divinizar a la Virgen o a rebajarla hasta convertirla en un símbolo. Aunque responde a cuestiones sobre los títulos que se le atribuyen, la cuestión central es el lugar de María en la historia de la salvación y su relación con nosotros», ha añadido. En ese sentido, «la Virgen es Madre y no hay que inventar otros títulos para valorar su presencia real en nuestras vidas».

El texto también pone reparos al uso de la expresión «mediadora de todas las gracias». «Este título tiene un límite fundamental, pues ella, que es la primera redimida, no podría haberse dado a sí misma esa gracia. No es un detalle secundario, le precede el don gratuito de la gracia», ha subrayado el teólogo Maurizio Gronchi, de la Pontificia Universidad Urbaniana. «Cuando atribuimos a la Virgen María funciones paralelas a Cristo, nos alejamos de su verdad y contradecimos su realidad».
A finales de marzo, cuando el cardenal Robert Prevost era aún miembro del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, votó a favor de este documento sobre «la cooperación de la Virgen en la salvación de las personas a través de su intercesión maternal». Se trataba de una nota doctrinal que debían entregar al Papa Francisco, pero no les dio tiempo. En octubre, ya como Papa, le tocó a él aprobar su publicación.
1950
- 1 de noviembre: Pío XII proclama el dogma de la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos.
1964
- 21 de noviembre: al final de la tercera sesión del Vaticano II, san Pablo VI la llama «Madre de la Iglesia».
1987
- 25 de marzo: san Juan Pablo II publica la encíclica Redemptoris Mater. En 2002 añade los misterios luminosos al rosario.
2000
- 26 de junio: publicación del tercer secreto de Fátima, preparada por el cardenal Joseph Ratzinger.
2010
- 17 de marzo: se instituye por decisión de Benedicto XVI una comisión sobre el fenómeno de Medjugorje.
- 17 de mayo: nuevas normas por las que la Iglesia no se pronunciará sobre la autenticidad de apariciones.
- 19 de septiembre: se reconoce la «bondad» de la «experiencia espiritual» de Medjugorje y se autoriza el culto.