La Inmaculada Concepción de El Pardo es la parroquia de los reyes y las infantas - Alfa y Omega

La Inmaculada Concepción de El Pardo es la parroquia de los reyes y las infantas

La parroquia levantada por Franco, tiene entre sus fieles a la familia real y a trabajadores del palacio de la Zarzuela

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
La iglesia se levanta en el centro de El Pardo. A la derecha: Voluntarias con las huchas de Cáritas en el Día de la Caridad.
La iglesia se levanta en el centro de El Pardo. A la derecha: Voluntarias con las huchas de Cáritas en el Día de la Caridad. Fotos: Parroquia Inmaculada Concepción.

Hoy en día, El Pardo es uno más de los distritos municipales de Madrid, pero hasta 1950 era un pueblo independiente y hoy, de alguna manera, lo sigue siendo. A 15 kilómetros del centro de la capital, en el enclave natural de los montes que le dan el nombre, El Pardo no supera hoy los 3.000 habitantes, muchos de los cuales han podido entrar a lugares a los que el resto de los españoles tiene restringido el acceso. «Este es un lugar que se desarrolló para dar servicio a Franco en el palacio adyacente, y luego para servir a los reyes de España en el palacio de la Zarzuela. Hay personas que han trabajado como doncellas, chóferes, jardineros… tanto de Franco como de los reyes», afirma José María Peguero, párroco de la Inmaculada Concepción.

Celebración de una Primera Comunión en la parroquia.
Celebración de una Primera Comunión en la parroquia. Foto: Parroquia Inmaculada Concepción.

En los últimos años, el vecindario ha cambiado, porque esos profesionales se jubilaron y sus hijos tuvieron que mudarse a otras partes de la capital, ya que todo este territorio pertenece a Patrimonio Nacional y no se pueden construir más viviendas. Lo que sí sigue habiendo es mucha presencia militar —«estamos rodeados de cuarteles», dice el párroco—, desde la Guardia Real a la Guardia Civil, pasando por unidades especializadas como el Regimiento de Guerra Electrónica del Ejército de Tierra.

«Niños cada vez hay menos y extranjeros son más bien pocos, porque en esta zona las viviendas son muy caras», cuenta Peguero. Lo que sí hay es mucho turista de fin de semana, madrileños que escapan del hormigón y del asfalto para respirar en este pulmón verde al noroeste de la ciudad. «Tenemos una pastoral estacional, de fines de semana: hay familias que vienen a pasar el día aquí y muchos deportistas. Y el templo acoge también muchas bodas y bautismos por la cantidad de restaurantes que hay en El Pardo».

Partida de Bautismo de Felipe

La iglesia se encuentra prácticamente a la entrada del Palacio Real de El Pardo, una de las residencias de la familia real española, que en su origen fue un pabellón de caza de los Austrias. Luego fue uno de los cuarteles de invierno de los Borbones y, tras la Guerra Civil, Francisco Franco instaló su residencia. Fue precisamente él quien mandó levantar el templo en 1966, aunque el pueblo ya contaba con presencia religiosa gracias a la capilla real del palacio, al convento de religiosas concepcionistas y al de capuchinos que alberga hasta hoy el famoso Cristo de El Pardo, tallado por Gregorio Fernández.

Cuando llegó la monarquía, la familia real se instaló en la Zarzuela, otro palacio que territorialmente pertenece también a la parroquia. «Técnicamente, se puede decir que los reyes y las infantas son feligreses nuestros», afirma Peguero. De hecho, «en los archivos se conservan las partidas de Bautismo tanto de Felipe VI como de las infantas».

Vigilia Pascual en el interior del templo.
Vigilia Pascual en el interior del templo. Foto: Parroquia Inmaculada Concepción.

Aunque no hay mucha actividad pastoral por la poca población, quizá la más significativa la constituyen las catequesis prematrimoniales: «Vienen muchas parejas de Madrid, se casen o no aquí». En los últimos años, la pastoral de enfermos ha cobrado peso. El párroco destaca las visitas a sus domicilios, y al centro de día para mayores. Por su parte, Cáritas también ha aumentado su servicio, sobre todo después de la pandemia. Actualmente atiende a cerca de 25 familias, a las que sobre todo ofrece productos del banco de alimentos.

Al templo siguen acudiendo los vecinos que permanecen fieles a las vigilias de la Adoración Nocturna, una presencia en la vida de la comunidad que se complementa con la de los hermanos del Camino Neocatecumenal. «Prácticamente todo El Pardo ha pasado ya por las catequesis», ríe el sacerdote, mientras cuenta cómo salen en primavera a dar testimonio a la plaza y cómo este año han visitado las casas explicando a los vecinos qué es el Jubileo e invitándolos a participar.