Ayudar a la parroquia a gestionar su economía «es una tarea diaconal»  - Alfa y Omega

Ayudar a la parroquia a gestionar su economía «es una tarea diaconal» 

La Conferencia Episcopal Española organiza un Curso de Gestión Económica Parroquial porque «debemos hacer las cosas bien», dice Giménez Barriocanal

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Consejo económico de la Parroquia Santísima Trinidad (Collado Villalba). Foto: P.S.T. Collado Villalba.
Consejo económico de la Parroquia Santísima Trinidad (Collado Villalba). Foto: P. S. T. Collado Villalba.

«La buena gestión económica parroquial es hoy más urgente casi que nunca», afirma Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE, al hilo del Curso de Gestión Económica Parroquial que organiza hasta el 2 de febrero el episcopado en colaboración con la Universidad Eclesiástica San Dámaso. «En primer lugar, porque los recursos que tienen las parroquias parapoder realizar su actividad son limitados —añade—, mientras que las necesidades son cada vez más crecientes en todos los campos: pastorales, litúrgicos y asistenciales».

En segundo lugar, Giménez Barriocanal señala que «cada vez hay una mayor demanda de transparencia por parte de los fieles y también de toda la sociedad. Ello implica que debemos hacer las cosas bien». Por último, porque «se puede evangelizar también a través de la economía».

Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE
Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE. Foto: YouTube.

«Todos podemos ayudar»

¿En una escala del uno al diez cómo está desarrollada esta faceta en nuestras parroquias? «Gracias a este curso, que cubre gran parte de las necesidades, yo diría que intentamos estar como en un ocho sobre diez», responde el vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE. «Intentamos dar una panorámica general del conocimiento de la normativa, tanto civil como canónica, que existe en relación con la administración de los bienes».

También se intentan explicar «los mecanismos básicos» de funcionamiento de la economía doméstica parroquial, junto a «buenas prácticas de gestión para administrar eficientemente todos los bienes de la Iglesia en la administración ordinaria», lo cual incluye «las obras, saber qué impuestos tenemos que pagar y qué impuestos no tenemos que pagar y, por supuesto, saber cómo se rinden cuentas y cómo se comunica a la sociedad».

Esta tarea de gestión, «si bien recae en primer lugar en los párrocos, también somos el resto de fieles los que debemos poder ayudar de una manera absolutamente voluntaria», matiza Giménez Barriocanal. Por ejemplo, igual que hay quienes dan catequesis, «aquellas personas que tienen algo de tiempo y también tienen conocimientos económicos pueden servir y ayudar a la Iglesia» con su trabajo y asesoramiento.

Todos corresponsables
Foto de recurso de dinero

«La labor de concienciación de los fieles de la necesidad de colaborar en todas las materias económicas, no solo con la aportación de dinero, sino también con su tiempo, con sus recursos intelectuales y con su buen hacer, es clave», señala Giménez Barriocanal, pues «es algo que se enmarca dentro de los fines de la propia fe». Así, «uno tiene que saber que lo que ha recibido gratis lo debe dar gratis. Hay muchas personas que nos pueden estar leyendo y que seguro tienen esa capacidad de poder ayudar a su parroquia en una tarea diaconal como es la buena gestión de los bienes económicos en las parroquias».