El Papa no quiere dar recetas a los obispos novatos

El Papa no quiere dar recetas a los obispos novatos

León XIV ha invitado a los pastores recientemente ordenados a buscar «maneras tan diversas y creativas» como sus realidades. Pero sí les ha advertido de que la pastoral habitual muchas veces no sabe responder a la búsqueda de muchos alejados

María Martínez López
Un momento de la intervención del Santo Padre ante 192 obispos en el Aula del Sínodo.
Un momento de la intervención del Santo Padre ante 192 obispos en el Aula del Sínodo. Foto: Vatican Media.

Estar «siempre vigilantes» y caminar «con humildad y oración» para ser servidores. Es el consejo que el Papa León XIV ha dado este jueves a 192 nuevos obispos ordenados en el último año, que están participando en los tradicionales cursos de formación en el Vaticano. Asimismo, les ha recordado que otra clave para servir es ser «un signo de la cercanía de Dios».

Antes de entablar un diálogo con ellos, León XIV ha reflexionado sobre cómo «el obispo está llamado a servir la fe del pueblo». Con todo, ha matizado que «el servicio no es una característica externa ni una forma de ejercer la propia función». Se trata de algo más íntimo, marcado por la «libertad interior, pobreza de espíritu y una disposición» nacida «del amor».

Sin embargo, esta conciencia y disposición interior de ser imagen de Cristo, «por muy importante y necesaria» que sea, «no basta», en palabras del Papa. Debe traducirse de formas concretas en el apostolado, en la pastoral, en el gobierno de la diócesis y en la evangelización. Pero para hacerlo no hay recetas: lo han de hacer «de maneras tan diversas y creativas como las situaciones concretas que afrontan».

El Santo Padre sí ha enumerado algunas líneas generales a las que los nuevos prelados deben hacer frente. Así, «la crisis de la fe y su transmisión, junto con los desafíos de la pertenencia y la práctica eclesial, nos invitan a redescubrir la pasión y la valentía para un nuevo anuncio del Evangelio».

Por otro lado, ha advertido de que «las actividades pastorales habituales» no suelen tener «el lenguaje ni la forma adecuados» para dar respuesta a «muchas personas que parecen alejadas de la fe» pero llaman a las puertas de la Iglesia o están en búsqueda espiritual. En un ámbito más social, el Pontífice ha recordado a los obispos que no deben ser ajenos a desafíos como la guerra y la violencia, el sufrimiento de los pobres, el anhelo de fraternidad o los desafíos éticos sobre la vida y la libertad. Son cuestiones que «nos conciernen a todos».

Los pastores que escuchaban sus palabas son 114 participantes en el curso para nuevos obispos organizado por el Dicasterio para los Obispos y 78 que asisten al que convoca el Dicasterio para la Evangelización. Ambos comenzaron la semana pasada, los días 3 y 4 de septiembre respectivamente.