León XIV: «Suplico que termine la violencia en Tierra Santa»

«Hago un llamamiento a las partes implicadas y a la comunidad internacional para que termine el conflicto en Tierra Santa que tanto terror, destrucción y muerte causa». Con estas contundentes palabras, el Papa León XIV ha vuelto a implorar este miércoles durante la audiencia general «paz y reconciliación» ante la tensión creciente en la Franja de Gaza. «Suplico que se liberen todos los rehenes y se alcance un cese al fuego permanente que facilite la entrada segura de la ayuda humanitaria». Además, ha expresado su apoyo a la declaración conjunta que los patriarcados greco-ortodoxo y latino de Jerusalén han hecho este martes en la que exigen «poner fin a esta espiral de violencia y dar prioridad al bien común de las personas».

En la catequesis, el Santo Padre ha reflexionado sobre el Evangelio en el que Jesús es detenido en el huerto de los olivos, recordando que «no se asusta ni se esconde o huye», sino que el evangelista «nos muestra a un hombre libre, que se adelanta y toma la palabra, afrontando con valentía la hora en la que puede manifestarse la luz del amor más grande».

Incluso en esos momentos difíciles, Jesús se mantiene sereno «y decide no retroceder, sino entregarse» no en un acto de debilidad, sino de amor. En esta entrega gratuita, ha explicado el Pontífice, Jesús «manifiesta el amor más grande y encarna una esperanza de salvación para nuestra humanidad». Un amor que es «pleno, maduro y que no teme el rechazo».

Ante los fieles presentes en el aula Pablo VI, el Papa ha relacionado el Evangelio directamente con la vida diaria ya que, aunque «Jesús se siente turbado ante un camino que parece conducir solo a la muerte y al fin, está convencido de que solo una vida perdida por amor, al final, se reencuentra». Ha recordado que en eso consiste la verdadera esperanza: «no en tratar de evitar el dolor, sino en creer que, incluso en el corazón de los sufrimientos más injustos, se esconde la semilla de una nueva vida».

El Papa ha defendido que la lógica del Evangelio es diferente a nuestra reacción cuando «defendemos nuestra vida, proyectos, seguridades, sin darnos cuenta de que, al hacerlo, nos quedamos solos». Ante esto, la experiencia cristiana nos propone una entrega «plena y gratuita» porque «solo lo que se da florece y solo el amor que se vuelve gratuito puede devolver la confianza incluso allí donde todo parece perdido».

Incluso cuando nosotros, al seguir a Jesucristo, «nos sentimos tentados de abandonar el camino del Evangelio porque el amor nos parece un viaje imposible», la fe nos aporta esa esperanza que necesitamos. «En la vida no es necesario tenerlo todo bajo control. Basta con elegir cada día amar con libertad», ha señalado León XIV.