León XIV le pide al limosnero que ofrezca «una ayuda concreta a la población» de Taiwán

Taiwán ha vivido un nuevo tifón que ha dejado, al menos, dos muertos y más de 500 heridos. A los daños personales, hay que sumar cuantiosas pérdidas materiales. Las ráfagas de viento de más de 220 km/h ha provocado la interrupción del suministro eléctrico en más de 580.000 hogares y generó al menos 2.270 incidentes de emergencia en toda la isla. Además, se registraron inundaciones, deslizamientos de tierra y la evacuación de más de 3.400 personas, principalmente en áreas montañosas del sur.

Informado de todo ello, el Papa León XIV ha asegurado su oración «por todos los afectados». Junto con la oración, el Pontífice se ha querido comprometer de forma material y ha pedido a la Limosnería Apostólica —encargada de ejercer la caridad en nombre del Papa— que ofrezca «una ayuda concreta a la población»; aunque esta todavía no ha sido concretada por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

La petición de ayuda del Santo Padre llega un día después de que León XIV también utilizara la Lismosnería Pontificia para enviar paquetes de alimentos a Ucrania a las zonas afectadas por los recientes y masivos ataques rusos. «El Santo Padre nos pidió que lo hiciéramos cuanto antes», explicó el cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, en declaraciones a los medios vaticanos. «¡La caridad no se toma vacaciones, nunca!», subrayó con fuerza.

En verano disminuye el ritmo de muchas actividades, pero no el de la caridad. El descanso veraniego del Papa León XIV en Castel Gandolfo no se aplica a las iniciativas solidarias que buscan aliviar el sufrimiento de los pueblos que la guerra, como él mismo dijo el domingo pasado en una Misa en la parroquia de San Tomás de Villanueva.