La Virgen de las Nieves baja a Santa Cruz de la Palma tras diez años sin procesionar

Miles de personas llenaron el pasado domingo las calles de Santa Cruz de La Palma para recibir a la Virgen de las Nieves, patrona de la isla, en uno de los momentos más esperados de la LXX edición de las Fiestas Lustrales. La llegada de la imagen mariana se produjo una década después de la última bajada de 2015, pues la planeada para 2020 se suspendió a raíz de la pandemia de la COVID-19.

El alcalde de la capital, Asier Antona, calificó la jornada en declaraciones a la Agencia EFE como «uno de los días más recordados durante años» tras «dos lustros sin sentir el abrazo de la patrona en la ciudad». Durante esta procesión, la Virgen fue trasladada desde su santuario hasta la iglesia matriz de El Salvador, donde permanecerá hasta el próximo 5 de agosto.

La jornada comenzó al amanecer con la Diana Floreada. Es una tradición que marca el inicio de la procesión del Pendón Real desde el Ayuntamiento hasta la plaza de La Encarnación. Allí tuvo lugar el acto institucional de bienvenida al presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo.

Uno de los momentos más simbólicos del día fue la representación del Diálogo entre el castillo y la nave. Es una obra estrenada en 1875 por el dramaturgo Antonio Rodríguez López. La pieza escenifica el vínculo histórico entre el mar y la fe de los palmeros. En ella, el Castillo —con la voz del actor Quique Santa Cruz— y la Nave —encarnada por la actriz Alicia Fernández— cruzan palabras en una ceremonia que solo tiene lugar cada cinco años.

La entrada de la Virgen en la Plaza de España fue acompañada por la interpretación de la Loa de Recibimiento, compuesta por Rodríguez López con música de Alejandro Henríquez Brito. La escena contó con la participación de la Orquesta Sinfónica Isla de La Palma, el Coro Adulto de la Bajada y un grupo de solistas.