El Papa da por concluida la disputa litúrgica entre los siro-malabares

El Papa León XIV puede haber dado por zanjada la polémica que en los últimos años ha llevado a la Iglesia siro-malabar al borde del cisma. El Dicasterio para las Iglesias Orientales ha anunciado este lunes que «el Santo padre ha puesto fin al encargo» encomendado al jesuita Kyr Cyril Vasil, como delegado pontificio en asuntos litúrgicos para la archieparquía de Ernakulam-Angamaly, en la India. 

La noticia se produce después de que el 3 de julio, fiesta del apóstol santo Tomas —su patrono—, entrara en vigor una serie de nuevas medidas para aplicar la reforma litúrgica impuesta por el Sínodo de esta Iglesia de rito oriental en 2021. Las normas flexibilizaban las que las comunidades de este rito en la archidiócesis india de Ernakulam-Angamaly tuvieron que adoptar hace un año tras un ultimátum.

El consenso se alcanzó en una reunión entre el arzobispo mayor y metropolitano de la archidiócesis, Raphael Thattil, y el vicario metropolitano, Joseph Pamplany. Este consiste en aceptar como suficiente que en todas las iglesias solo se celebre en los domingos y días festivos una de sus Misas en línea con las directrices que dio el Sínodo siro-malabar en 2021. Antes, tenían que ser todas las de las solemnidades. La diferencia es que en la reforma del rito el sacerdote se dirige al pueblo durante la primera parte de la celebración, pero la liturgia de la Eucaristía la celebra mirando al altar.

Además, los diáconos podrán ser ordenados sin tener que comprometerse por escrito a no celebrar según la forma anterior del rito. Los procedimientos disciplinarios que se habían iniciado contra los sacerdotes que se negaban a adoptar la nueva forma serán revocados y además los miembros de la Curia archieparcial cesarán de sus cargos.

El comunicado sobre el fin del mandato a Cyril Vasil concluye expresando hacia él «una viva gratitud por la obra desarrollada». No ha sido tarea fácil. Cabe recordar que cuando al comienzo de su misión viajó a la India el 4 de agosto de 2023, algunos sacerdotes quemaron públicamente fotos de él y fue recibido con una lluvia de huevos.