Garciandía en el funeral por Nicolás Castellanos: «Servir es haber llegado a casa»

«Servir es reinar, servir es haber llegado a casa, servir es profecía en un mundo bloqueado por la comodidad más insolidaria». Lo ha subrayado Mikel Garciandía Goñi, obispo de Palencia, en el funeral celebrado en la tarde de este jueves por Nicolás Castellanos, obispo emérito de la diócesis fallecido el 19 de febrero en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), donde había ido como misionero en 1992.

Al comienzo de su homilía en la catedral palentina, el obispo ha subrayado que «hoy hemos venido a orar por don Nicolás y a honrar su legado», y que para ello «nos toca escuchar a Jesús, sentados en torno a Él, y pedir al Espíritu Santo que nos haga desear ser los últimos. Eso no quiere decir encogernos, o apartarnos de donde está el frente de lucha. Significa simplemente acercarnos al Señor».

La Iglesia, ha señalado, es «una pirámide invertida en la que los siervos hemos de estar abajo porque así podemos inclinarnos al suelo para lavar los pies de nuestros hermanos. Ese es el sentido de la misión, de toda misión». Y es también, ha abundado, lo que «marca la diferencia entre filantropía y genuina caridad, entre humanitarismo o verdadero humanismo».

«El Reino se construye desde el despojo de los más pequeños, a quienes Dios nos regala poder servir, siempre en su nombre, no en el nuestro», ha señalado Garciandía. La «apasionante aventura» de los cristianos no es «la división en sectores, o el desmembramiento, sino la comunión» y «luchar contra las situaciones que humillan la dignidad de las hijas y los hijos de Dios, en Bolivia, Perú o España». 

Por eso «cada uno hoy hemos de pensar a qué nos urge Dios en lo más concreto». Eso sí, si lo que hace solo «nace de la iniciativa humana» su cristianismo será «pesado, acusador y decepcionante».

Garciandía ha manifestado además el «agradecimiento más sincero por parte de la Iglesia local de Palencia» a «cuantos habéis colaborado con la fundación impulsada por don Nicolás Castellanos», Proyecto Hombres Nuevos. Sus palabras han concluido con el deseo de «que continuemos nuestro camino bendiciendo al Señor por el camino recorrido» por él y «tomando su testigo».