Francisco, contra la plaga de la explotación infantil - Alfa y Omega

Francisco, contra la plaga de la explotación infantil

La primera audiencia general de este 2025 ha estado animada por decenas de artistas circenses africanos que han exhibido ante el Pontífice un espectáculo con piruetas y acrobacias en el que no han faltado elefantes animatrónicos con aspecto real

Victoria Isabel Cardiel C.
El Papa durante la audiencia
El Papa durante la audiencia. Foto: CNS / Lola Gómez.

Francisco ha celebrado este miércoles su primera audiencia general de este 2025 que ha estado animada por decenas de artistas circenses africanos que han exhibido en el Aula Pablo VI del Vaticano un espectáculo con piruetas y acrobacias en el que no han faltado elefantes animatrónicos con aspecto real. Una sorpresa placentera que ha conquistado al Pontífice: «Agradezco mucho a estas mujeres y hombres que nos han hecho reír con el circo. El circo nos hace reír como a los niños. La gente del circo también tiene esta misión para nosotros: hacernos reír», ha asegurado tras la catequesis. Al son de danzas tradicionales africanas, los artistas del circo CircAfrica han interpretado una original coreografía con juegos de equilibrios mientras enarbolaban las coloridas banderas de sus distintos países.

El Papa ha aprovechado su cita pública semanal para arremeter contra la explotación infantil. Así, ha lamentado que en un mundo que «crea Inteligencia Artificial (IA) y proyecta existencias multiplanetarias», siga existiendo este flagelo. Los niños —ha denunciado— son explotados «por una economía que no respeta la vida».

«Hoy sabemos proyectarnos hacia Marte o hacia los mundos virtuales, pero nos cuesta mirar a los ojos de un niño que ha sido dejado al margen y que es explotado y abusado», ha manifestado. Todo esto ocurre —según ha evidenciado— en un contexto de frenético desarrollo tecnológico. «El siglo que crea inteligencia artificial y proyecta existencias multi planetarias no tiene en cuenta aun la llaga de la infancia humillada, explotada, herida mortalmente», ha remachado.

Ante los miles de fieles reunidos en el aula Pablo VI del Vaticano, ha censurado que demasiados niños «se ven obligados a trabajar. Pero un niño que no sonríe y no sueña no podrá conocer ni hacer germinar sus talentos». En todo caso, ha recordado que los niños «ocupan un lugar especial en el corazón de Dios, y cualquiera que haga daño a un niño tendrá que rendir cuentas ante Él».

En este sentido, ha llamado a los cristianos a no permitir nunca «que se descuide o abuse de los niños, que se les prive de sus derechos o que no se les ame ni proteja». «Los cristianos tenemos el deber de prevenir diligentemente y condenar firmemente la violencia o el abuso de menores», ha enfatizado.

«No podemos aceptar que los hermanitos, en lugar de ser amados y protegidos, sean despojados de su infancia, de sus sueños, víctimas de la explotación y la marginación», ha instado el Papa a continuación.

Como es habitual, ha concluido su catequesis semanal con un llamamiento a la paz en el mundo. «No olvidemos a la atormentada Ucrania, no olvidemos Nazaret, no olvidemos Israel. No olvidemos a todos los países en guerra», ha exhortado. En sus saludos a los peregrinos de lengua polaca, el Santo Padre ha instado a «proteger la vida con amor, en cada etapa de su desarrollo: desde la concepción hasta la muerte natural».