Los Reyes traen drones a los niños vulnerables

«Muchas familias nos han dicho que es el único juguete que han recibido esta Navidad», cuenta a Alfa y Omega Juan José Martínez, responsable de comunicación de Fundación Madrina, nada más concluir el reparto para «650 niños de la infancia más vulnerable de Madrid» en la plaza de San Amaro. Es ahí donde esta entidad suele hacer entrega todas las semanas de los donativos para madres en contextos difíciles. Pero, en esta ocasión, la cita ha contado con la visita de tres bienhechores más y sus correspondientes séquitos. Nos referimos, naturalmente, a los Reyes Magos de Oriente.

En una jornada especialmente pensada para los niños, quienes han podido tomar chocolate caliente y «hacerse una fotos con los Reyes y sus pajes», Martínez explica que los chavales han recibido «juguetes principalmente nuevos». Y aunque ha habido también alguno usado —«muy pocos» —, detalla que estos no han sido «los más baratos», pues ha habido entre ellos drones o coches a control remoto». El acto de entrega ha contado además con «una oración por los neonatos, que en Navidad encarnan el nacimiento del Niño Jesús», y «un minuto de silencio por todos los bebés que este año se fueron al cielo».

Para un correcto reparto en esta iniciativa que supone «la mayor entrega masiva del año», el responsable de comunicación explica que «lo que hacemos es separar los regalos por edad y sexo». Así, «cuando van a recoger su regalo, se les da a los niños un ticket y las personas que están entregando los juguetes ya saben que es para un niño de 8 años o una niña de 11».

Voluntarios, trabajadores y usuarios de Fundación Madrina en la plaza de San Amaro. Foto: Fundación Madrina

Una iniciativa similar es la que realiza desde hace unos diez años en la parroquia Santa Beatriz, del barrio de Lucero, María Ángeles Galindo, a quien uno de los sacerdotes llama en broma «la Reina Maga». Este 2025 ha sido la principal responsable de que también sea Navidad para 50 chavales vulnerables de hasta 11 años. Aunque ha contado con la ayuda inestimable de otros feligreses y vecinos. Y su marido y sus mejores amigos, que tienen muy buenos contactos, se han asegurado de que Melchor, Gaspar y Baltasar repartieran regalos en persona.

Los fieles de esta parroquia donan los juguetes que no les hacen falta «a mitad de noviembre». Después, en una sala que describe como «el Reino Mágico», Galindo los limpia y «a las muñecas las peino». Así, aunque «vienen jugados», llegan a los chavales con dignidad y cuidado. Finalmente, los asigna para que se ajusten a lo que los niños piden en sus cartas y se los hace llegar a Sus Majestades para que los repartan en la parroquia. Reivindica «no perder esta tradición» que sirve de catequesis. «Ahora se siembra y, tarde o temprano, los años se encargarán de hacer brotar esa semilla», concluye.

«Cada uno sois una estrella que guía»

El pasado 3 de enero, por segundo año consecutivo, los Reyes Magos visitaron la catedral de la Almudena a invitación del arzobispo José Cobo. Él los esperó a la puerta junto más de 1.000 niños deseosos de entregarles sus cartas y adorar al Niño Jesús. «Gracias, papás y mamás, abuelos y abuelas, que os habéis acercado aquí porque queréis seguir la luz de la Navidad», dijo el cardenal a los familiares que se desplazaron al templo durante la visita de Sus Majestades. Posteriormente, en su homilía, recalcó que «hoy, cada uno sois una estrella que puede guiar a otros, a conducir y llevarlos a Jesús». Algo que se puede lograr «cuando compartís un juguete o ayudáis en casa».