Juan Carlos Elizalde recibe al alcalde de Beit Sahour, una ciudad palestina cerca de Belén
Aunque tanto Vitoria como este enclave tienen un 80 % de cristianos, en Beir Sahour viven la fe de manera especial al estar «en tierras perseguidas»
«Nuestra postura, como la de todas las diócesis, es secundar lo que dice la Iglesia y el Papa Francisco: un llamamiento al alto al fuego, al diálogo, a la protección de las víctimas y especialmente de los niños, que no son culpables de nada». Así lo explica a Alfa y Omega José Antonio Rosado, delegado de Comunicación de la diócesis de Vitoria, tras la visita este viernes al obispo Juan Carlos Elizalde de Elías Iseed, el alcalde de la ciudad palestina de Beit Sahour, muy cerca de Belén.
Ha sido una visita improvisada en la que el alcalde Iseed y el obispo de Vitoria han abordado «la realidad» de Beit Sahour, un enclave que sufre en sus propias carnes las tensiones en Tierra Santa. Curiosamente, mantiene un porcentaje de cristianos —en torno al 80 %— muy similar al de Vitoria, aunque, como ha reconocido Rosado, «la fuerza del cristianismo no es tan fuerte aquí como allí» debido a la secularización que ha atrevesado España en las últimas décadas y la dura prueba que supone para los palestinos mantener la fe «en tierras perseguidas».
El motivo por el que Elías Iseed se ha desplazado a Vitoria es pintoresco. El alcalde había viajado primeramente desde Beit Sahour a la ciudad burgalesa de Miranda de Ebro para formalizar el pasado jueves el hermanamiento entre los dos pueblos. Entre la delegación palestina, había un especialista «formado en temas de turismo» —una actividad actualmente en declive debido a las tensiones con Israel— que recibió hace años en Belén a un grupo de fieles alaveses. Y aprovechando que Miranda de Ebro y Vitoria «están al lado», en la mañana de este viernes Iseed y sus acompañantes se han acercado también a esta localidad vasca para saludar a su obispo.
Después, «una persona que conoce el patrimonio religioso de Vitoria, que es su principal activo», ha mostrado a este alcalde palestino la catedral de Santa María, la concatedral de María Inmaculada, el seminario y otras iglesis locales. Así como la emblemática plaza de la Virgen Blanca donde cada 4 de agosto se celebra la bajada del Celedón, un muñeco con un traje típico que desciende desde la torre de la iglesia de San Miguel hasta el balcón de una casa ubicada en la calle Postas.