Xabier Gómez ya es obispo de Sant Feliú de Llobregat 

La catedral de Sant Llorenç de Sant Feliu de Llobregat ha acogido este sábado la ordenación episcopal de Xabier Gómez, hasta ahora director de Migraciones de la CEE. La ceremonia ha estado presidida por el arzobispo de Barcelona, ​​el cardenal Omella, y entre los concelebrantes principales le han acompañado el ya obispo emérito, Agustí Cortés, el nuncio apostólico, Bernardito Auza, y el obispo de la diócesis de Holguin  
(Cuba), Emilio Aranguren. También han participado los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense, la mayoría de presbíteros, tanto de la diócesis de Sant Feliu de Llobregat como de otras diócesis, abades y abadesas de monasterios de Cataluña, una representación de la orden de los dominicos, así como cientos de fieles que han querido arropar al nuevo obispo.  

Agustí Cortés, administrador apostólico que ha estado durante 20 años al frente de esta joven diócesis, ha expresado al inicio de la celebración «la alegría y el gozo que sentimos cuando, al conocer el candidato, nos dimos cuenta de que será una auténtica presencia del carisma apostólico para esta Iglesia», estando seguro de que «encarnará el amor sencillo y verdadero del buen pastor» y agradeciendo «su disponibilidad para el servicio pastoral». 

Asimismo, el nuncio del Papa Francisco en España y Andorra, Bernardito Auza, ha trasladado en sus palabras de bienvenida «el agradecimiento cordial y fraterno del Santo Padre» y ha invitado a Xabier Gómez a «anunciar sinodalmente el Evangelio de la vida en el contexto social concreto que vivimos».  

En su homilía, Omella ha comenzado destacando «la entrega generosa» del obispo saliente. «También en medio de la fragilidad de tu salud en los últimos años. Qué gran testimonio nos has dado». Después, ha hecho referencia a las grandes cualidades humanas y sacerdotales de Xabier Gómez y le ha recordado las palabras del Papa Francisco, «que nos pide que amemos a todos aquellos a los que el Señor nos confía, a todos los bautizados y especialmente a los pobres e indefensos. A quienes necesitan ayuda y protección y a quienes están alejados de la fe». Además, Omella le ha exhortado a «cuidar de una manera especial a los presbíteros, porque son tus estrechos colaboradores. Regálales tiempo, afecto y atención. No olvides que todos son compañeros de ruta y no adversarios». También ha hecho referencia a la presencia de población migrante en su nueva diócesis: «Encontrarás a muchos migrantes; que encuentren en ti y en la comunidad unos hermanos que acojan y compartan sus penas y preocupaciones. Que seamos testigos portadores de escucha amorosa y atenta. La Iglesia y el mundo tienen necesidad de esta escucha». 

Al final de la celebración, el ya nuevo obispo ha agradecido especialmente a los representantes de otras religiones que han participado del acto y también a los capellanes de los CIE de Barcelona y Madrid, así como a las pastorales de migración. Ha enviado «un abrazo a todas las víctimas de todo tipo de violencia, dentro y fuera de la Iglesia» y ha agradecido «a todas las personas migrantes por venir a nuestro país y revitalizar nuestras iglesias», lo que ha suscitado un gran aplauso de todos los presentes.