Una nueva Biblia en árabe para «escrutar en profundidad las Escrituras»
«Esperemos que sea un instrumento útil para que los cristianos árabes puedan verdaderamente volver a las raíces y a la fuerza y potencia de la Palabra de Dios que nos salva», asegura uno de los editores
No es un proyecto nuevo. Ya hay varias ediciones de la Biblia en árabe, pero esta nueva versión quiere ser un un puente para «volver a la lectura orante y de fe de los Padres de la Iglesia» tanto católicos, griegos como orientales, asegura el sacerdote del Camino Neocatecumenal, Francesco Voltaggio. Junto al maronita libanés Abuna Jean Azzam, otra figura destacada de la Iglesia en Tierra Santa y -como él- experto en estudios bíblicos, ha editado este volumen que se presenta este martes en Roma.
«En estos tiempos de conflictos y de guerra en algunos países de Medio Oriente, queremos ofrecer un instrumento para que nuestros hermanos cristianos árabes puedan interpretar la Historia a la luz de la Palabra de Dios, que es una lámpara en nuestro camino. Como dice San Jerónimo, la ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo», destaca Voltaggio.
El Patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, presidirá una ceremonia en la que también tomarán la palabra algunos cristianos que viven en Tierra Santa y que han venido a Roma en peregrinación guiados por Voltaggio. Su testimonio servirá para ayudar a contextualizar esta iniciativa. Además, en el acto participarán el funcionario vaticano del Dicasterio de las Iglesias Orientales, Michel Jalakh; el obispo copto católico de El Cairo, Hani Bakhoum Kiroulos y el obispo maronita de Biblos, Michel Aoun.
En la traducción «hemos tenido en cuenta la riqueza y la sensibilidad de las Iglesias orientales, a las que pertenecen la mayoría de los fieles de lengua árabe», asegura Voltaggio, que lleva más de dos décadas en Tierra Santa. Uno de los principales desafíos ha sido precisamente el mosaico lingüístico que presenta el mundo árabe donde «en cada país se habla un dialecto propio». Por ello, han participado traductores de distintos países como Egipto, Líbano, Israel o Palestina que provienen también de distintos ritos litúrgicos y que «saben traducir con gran respeto y amor hacia nuestros hermanos de las iglesias católicas orientales y también no católicas». En todo caso, se ha privilegiado el árabe clásico, pero de manera que fuera «accesible a todos los fieles».
La Biblia cuenta con notas de ayuda al lector de tipo exegético, pero está pensada para «escrutar en profundidad las Escrituras». Además, también hay notas que dan cuenta de los últimos descubrimientos arqueológicos, «destacando en particular los lugares santos de Oriente Próximo». Así se incluyen voces más técnicas que identifican la localización geográfica de los últimos descubrimientos arqueológicos. «Esto es especialmente para los cristianos del Medio Oriente porque claramente ellos viven y son los guardianes de estos lugares santos», explica Voltaggio.
Esta nueva edición de la Biblia se distribuirá en varios países como Egipto, Jordania, Irak, Israel, Líbano, Marruecos, Palestina, Siria y Sudán. Además, se hará llegar a todas las comunidades de la diáspora. De hecho, está pensada «para todos los árabes, no solamente para los árabes de Medio Oriente».