Emilce Cuda: «La Iglesia debe recuperar el discurso del trabajo»

«De cara a la crisis ecológica socioambiental que denuncia Laudato si, según Fratelli tutti la única solución es el diálogo social», señala a Alfa y Omega Emilce Cuda. Lo hace tras impartir la conferencia El magisterio del Papa Francisco sobre el trabajo en el Instituto Superior de Pastoral de Madrid, una institución afincada en la capital pero vinculada a la Universidad Pontificia de Salamanca.

Tras su charla —organizada con apoyo de la Conferencia Episcopal Española y la Fundación Rovirosa-Malagón impulsada por la HOAC— la teóloga argentina recalca a este semanario que «la Iglesia debe recuperar el discurso del trabajo» que, a su juicio, se ha abandonado en los últimos 40 años. Ante los conflictos en la sociedad, explica que «las partes solo pueden dialogar cuando están organizadas: los trabajadores en sindicatos, los patrones en cámaras y los trabajadores informales en movimientos populares con personalidad jurídica, como en Brasil y Argentina».

Esta última fórmula es en su experiencia la clave para arraigar a los trabajadores a sus territorios y permitir su desarrollo. «En América Latina, los países donde hubo un sindicalismo fuerte y organización empresarial son aquellos desde los que ahora se migra menos porque, ante una situación de desempleo, se lucha tratando de que el Estado les reconozca derechos», apunta. Y aunque reivindica que «migrar es legítimo y debería ser legal», sí que se muestra contraria a que «los trabajadores se conviertan en migrantes sin rumbo porque son descartados».

La secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina llama también a abordar los problemas como un todo frente a quienes «quieren ver la crisis que vivimos solo como ambiental. Tiene unas causas sociales porque, aparte del extractivismo, la genera también un modelo productivo con desempleo estructural de los trabajadores».

Finalmente, explica que el magisterio social del Papa Francisco, sobre el que es experta, «es una continuidad con toda esa historia y centralidad del trabajo en la doctrina social de la Iglesia». Esta nació con León XIII y su encíclica Rerum novarum «ante el desafío que significaba que los obreros no tuvieran protección al comienzo de la Revolución Industrial».