«No os abandonaremos», la promesa de Pizzaballa a Gaza al repartir alimentos frescos - Alfa y Omega

«No os abandonaremos», la promesa de Pizzaballa a Gaza al repartir alimentos frescos

El Patriarcado latino de Jerusalén consigue distribuir fruta y verdura en la zona norte del asentamiento. En total ya han entregado 140 toneladas de ayuda

Rodrigo Moreno Quicios
Reparto de frutas y verduras del Patriarcado Latino de Jerusalén. Foto: Patriarcado Latino de Jerusalén

Este mes de noviembre, el Patriarcado latino de Jerusalén ha conquistado un hito crucial en su misión humanitaria en Gaza. A pesar de las dificultades para introducir mercancías en la Franja, ha asistido a un millar de familias entregándoles 20 kilos a cada una de alimentos no perecederos. Además, ha podido repartir a otras 5.000 familias cinco kilos de fruta y verdura fresca, un tipo de comida que debido al asedio del Ejército de Israel escasea.

Es tan solo el último episodio de una misión puesta en marcha tras la visita del patriarca, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, a la parroquia de la Sagrada Familia el pasado 16 de mayo, con el apoyo de la Orden de Malta y Malteser International. «Compartimos el profundo dolor de nuestros hermanos en Gaza que han sufrido la pérdida total durante más de un año», afirma el patriarca en un comunicado. En él recalca que «esta operación no solo responde a sus necesidades sino que es nuestra forma de decir que estamos con ellos, abrazamos su sufrimiento y no les abandonaremos».

Con un aumento progresivo mes a mes de la ayuda distribuida, el Patriarcado latino de Jerusalén explica que la verdadera inercia se alcanzó el pasado mes de septiembre, cuando consiguió repartir 20 toneladas de fruta y 40 de otros alimentos y productos de higiene. Al mes siguiente, en octubre, logró distribuir otras 40 toneladas adicionales. En total, sumando la aportación de noviembre, ya ha alcanzado a entregar 140 toneladas de ayuda a unas 40.000 personas.

Finalmente, Pizzaballa declara que «la devastación en Gaza no es solo material sino también espiritual y social». Por ello, «nuestra ayuda es un testimonio de solidaridad y un compromiso con la dignidad humana, incluso en medio de las peores adversidades». Según el Patriarcado Latino de Jerusalén, su próxima meta es hacer dos envíos mensuales de 100 toneladas cada uno. Y, a largo plazo, la construcción de un centro médico y la reapertura del colegio del Patriarcado.