Muere uno de los frailes de Gilet atacados el sábado
El hermano Juan Antonio Llorente no ha podido superar las heridas sufridas durante la agresión
El padre Juan Antonio Llorente, franciscano del monasterio de Gilet, ha muerto este lunes en el hospital a causa de las heridas que sufrió el pasado sábado cuando un hombre entró en el cenobio y atacó a la comunidad.
Lo ha confirmado a Alfa y Omega el hermano Ángel Ramón, que ejerce de cocinero en el monasterio y que también fue golpeado por el agresor. A pesar de que resultó herido, «me quise quedar en casa. Soy el único que está contestando al teléfono. El resto están convalecientes o heridos».
Más allá del deceso de Juan Antonio Llorente, otros dos franciscanos permanecen —según revela su hermano fray Ángel Ramón— «hospitalizados con heridas graves». «Uno tiene la mandíbula rota y la oreja cortada, pero no se ha operado aún porque con 96 años tienen que valorarlo mucho», pues no son menores las posibles complicaciones de una intervención a esa edad. El otro, de 66 años, «tiene un coágulo en la cabeza que están intentando reducirle porque puede ser peligroso».
El agresor, un hombre perturbado y de 46 años que no conocía ni la comunidad religiosa ni el pueblo de Gilet, ya ha sido detenido por la Guardia Civil. Fran Ángel Ramón fue clave en esto, pues fue el encargado de llamar a la Policía y forcejeó con el asaltante para que no le quitara el móvil y lograra hacer la petición de auxilio. «Entonces él se asustó al darse cuenta de que estaban en camino y se marchó» —detalla el franciscano— para acabar siendo capturado en una búsqueda especial de la Benemérita.
Por su parte, Salvador Costa, alcalde del pueblo en que se encuadra el monasterio, confiesa a Alfa y Omega que «este ha sido un golpe muy duro para nuestra localidad». «Estamos consternados», declara, porque «la comunidad franciscana tiene un vínculo muy arraigado con Gilet» e «históricamente se ha colaborado de forma muy recíproca». Por ejemplo, todos los veranos desde hace 20 años, «celebramos tres días de conciertos en el monasterio y recabamos fondos para su restauración» con apoyo de la Diputación Provincial de Valencia.