Fondo Ético del Banco Sabadell: «Tratamos por igual a un cabildo que a la parroquia más humilde»
Dos directivos explican cómo funciona el fondo ético del Banco Sabadell y la importancia de que las instituciones estén al lado de los empobrecidos
El fondo ético del Banco Sabadell ha concedido este año más de 200.000 euros a proyectos solidarios relacionados con la cooperación y la solidaridad. Además, también son beneficiarias de este fondo instituciones religiosas como diócesis y congregaciones. Nos lo explican Santiago José Portas, director del Segmento de Instituciones Religiosas y Tercer Sector del banco y José Luis Montesino-Espartero, director de Negocios Institucionales.
¿Qué es el Fondo de Inversión Ética y Solidaria de vuestra entidad?
José Luis Montesino-Espartero (J. L. M.-E.): Es un fondo de inversión de Renta Fija Mixta Euro que invierte con criterios socialmente responsables y que presenta una faceta solidaria, porque la gestora del fondo dedica un porcentaje de las comisiones de gestión que ingresa a proyectos de acción social y cooperación al desarrollo. Estas inversiones se seleccionan teniendo en cuenta criterios económicos y financieros y atendiendo al ideario ético del fondo que, además, es conforme con los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.
¿Cómo surgió y en base a qué necesidades?
J. L. M.-E.: Podemos decir que Banco Sabadell fue un «adelantado» a su tiempo lanzando, cuando todavía apenas se hablaba de la inversión responsable, una solución de inversión que no solo invertía con criterios responsables, sino que además tenía un impacto directo en la sociedad.
¿Cuál es la función de este fondo solidario?
J. L. M.-E.: La primera es ser un vehículo para canalizar la inversión del ahorro tanto de familias como de entidades, y que esas inversiones se lleven a cabo con criterios de sostenibilidad. También, por su carácter solidario, permite a los inversores saber exactamente dónde van a parar esas ayudas.
¿De qué manera responde a los criterios de la Doctrina Social de la Iglesia?
J. L. M.-E.: La gestora del fondo es Sabadell Asset Management, perteneciente al Grupo Amundi, que es la mayor gestora europea y se encuentra entre las diez más grandes a nivel mundial siendo pionera en Inversión Responsable. Como al resto de fondos gestionados por ellos, se nos aplican también a nosotros todos los criterios y procedimientos junto a las exigencias más fuertes para asegurar que todas las inversiones cumplen con las guías de la Doctrina Social de la Iglesia Católica.
Las instituciones religiosas y entidades del tercer sector son también beneficiarias de las ayudas del fondo.
Santiago José Portas (S. J. P.): La relación con estos colectivos la realizamos desde nuestro Segmento de Instituciones Religiosas y Tercer Sector, donde se da respuesta ágil y especializada a las confesiones religiosas y entidades sociales sin ánimo de lucro a través de un equipo de gestores distribuidos por toda España y que tienen la formación cualificada en las especificidades de estos clientes y con una sensibilidad por estos colectivos que supone un valor añadido a la hora de crear relaciones y hacerlas duraderas en el tiempo.
¿Cuáles son esas necesidades de las instituciones religiosas?
S. J. P.: Existe un abanico muy extenso fruto de la diversidad de entidades que gestionamos de todas las confesiones, del tercer sector, sobre todo fundaciones y ONG de carácter social y asistencial. Atendemos a parroquias, hospitales, colegios, universidades, residencias, diócesis, congregaciones y el resto de las realidades de la iglesia, así como sus obras. Para ello, fijamos un marco de condiciones que está totalmente adaptado a las necesidades que tienen y a través de convenios damos cobertura a todo lo que depende de cada institución a modo de paraguas. Se pueden beneficiar todas las instituciones y tratamos por igual, por ejemplo, a un cabildo que a la parroquia más humilde dentro de una diócesis. Esto es fundamental.
Desde 2006 habéis entregado más de tres millones de euros y recientemente más de 200.000 euros a proyectos solidarios. ¿Qué tipo de iniciativas son las que han recibido el dinero?
J. L. M.-E.: En el ámbito de la acción social, las ayudas del fondo sirven para mejorar la calidad de vida y atención a la infancia, jóvenes, mujeres, migrantes, personas con discapacidad, personas en riesgo de exclusión, mayores, personas con adicciones y enfermos. También en los ámbitos de salud, alimentación, educación, formación para el empleo, integración social o inserción laboral. En el ámbito de la cooperación, actúa en países en desarrollo, a través de la creación de infraestructuras sanitarias, educativas o de abastecimiento de agua, o proyectos de atención sanitaria, educación, inserción y mejora de la alimentación y nutrición.
¿Cómo se seleccionan estos proyectos?
J. L. M.-E.: Estamos especialmente orgullosos del proceso de selección de los proyectos que reciben las ayudas cada año porque es un proceso riguroso, transparente y objetivo. Comienza con la publicación de las bases que deben cumplir los proyectos que aspiren a ser candidatos, sigue con el análisis para valorar su calidad y finaliza con la elección final por el comité ético del fondo, que es un órgano compuesto por personas de reconocido prestigio y trayectoria en el ámbito de la solidaridad, y forman una mayoría independiente tanto de la gestora como del banco. Nos parece importante destacar que las ayudas se otorgan a proyectos concretos y no a entidades.
¿Qué importancia tiene que las instituciones se comprometan con los más empobrecidos?
J. L. M.-E.: Muy alta porque las instituciones capaces de movilizar este proyecto tienen la capacidad de llegar a muchas personas que invierten en el fondo. De esta forma, aprovechando la capilaridad del banco a través de sus oficinas y la buena gestión del fondo, llegamos a los inversores que desean ser partícipes de este fondo y a su vez ser solidarios con los más necesitados.