Experto en EE. UU.: «No creo que Trump vaya a ejecutar deportaciones masivas»
La ya confirmada victoria del candidato republicano contrasta con los malos resultados para el movimiento provida al aprobarse o blindarse el aborto en siete estados
A falta de los resultados finales en cuatro estados, Donald Trump será el nuevo presidente de Estados Unidos. Así lo han reconocido la mayoría de líderes mundiales, que están haciendo públicas sus felicitaciones después de que el candidato se proclamara él mismo vencedor en un discurso desde Florida en la madrugada de este miércoles.
El candidato republicano cuenta ya con 277 miembros del Congreso Electoral frente a los 224 de Kamala Harris. El mínimo para ser elegido son 270. Y previsiblemente tendrá más, pues de los cuatro estados pendientes de anunciar sus resultados, en los tres claves (Nevada, Arizona y Míchigan) lidera Trump. En cuanto al total de votos, ha logrado el apoyo de 71,21 millones de electores (el 51 % del voto) frente a los 66,22 millones (47,5 %) de Harris. El triunfo es más significativo que en 2016, cuando Trump ganó por el número de miembros del Colegio Electoral pero quedó por debajo de Hillary Clinton en voto popular.
«Es la primera vez en más de 100 años que un candidato que pierde las elecciones en Estados Unidos se vuelve a presentar y gana», subraya Cosme Ojeda, profesor de Opinión Pública en la Universidad CEU San Pablo y experto en el país. No cree que esta victoria sea producto de la guerra cultural y una deriva hacia el radicalismo en el país, aunque este factor sí puede haber sido importante para un sector de los votantes. «Lo que más molesta a la gente, y Trump lo ha entendido, es que ha perdido poder adquisitivo» por la inflación. «Biden decía que la economía iba muy bien, pero veían que en el supermercado todo era mucho más caro y eso es seguramente lo que más ha influido en el voto de la gente».
Entre los líderes que lo han felicitado como presidente electo están el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer; el primer ministro y el presidente israelíes, Benjamín Netanyahu y Isaac Herzog. También el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, le ha enviado la enhorabuena y ha asegurado que trabajarán por mantener unas relaciones bilaterales que ha calificado de estratégicas, informa la Agencia EFE. Sánchez ha trasladado su felicitación en su cuenta en la red social X. «Trabajaremos en nuestras relaciones bilaterales estratégicas y en una sólida asociación transatlántica», ha añadido el presidente del Gobierno.
Victoria «histórica»
En sus mensajes, Netanyahu ha felicitado al candidato republicano por «la mayor remontada de la historia», en un mensaje en redes sociales. «Tu histórico regreso a la Casa Blanca ofrece un nuevo comienzo a Estados Unidos y una vuelta al compromiso con la gran alianza entre Israel y Estados Unidos. ¡Es una gran victoria!». Por su parte, el presidente Herzog ha calificado de «histórico» el regreso de «un verdadero y querido amigo de Israel».
En su discurso como ganador, unos minutos antes, Trump señaló que él no va a «empezar guerras, sino a terminarlas». «Durante cuatro años no tuvimos guerras, excepto nuestra lucha contra el Estado Islámico, al que derrotamos», indicó Trump, en referencia a las guerras en Gaza y Líbano que libra Israel, que recibe importante apoyo financiero y armamentístico de Estados Unidos.
También el primer ministro británico, Keir Starmer, ha descrito la victoria como «histórica». A pesar de las diferencias ideológicas entre ambos, ha afirmado en X que espera trabajar con Trump en los próximos años y que, «como los aliados más cercanos», sus países están unidos en «la defensa de los valores compartidos de libertad, democracia y empresa».
Sin perspectivas políticas claras
Ojeda no se atreve a hacer muchos pronósticos sobre el nuevo mandato. «Tanto como candidato como como presidente, Trump ha sido muy inconsistente, cambia de opinión muy rápidamente y suele tener problemas con gente que trabaja con él». En el ámbito de la defensa de la vida, por ejemplo, ha apostado por que sean los estados los que legislen. Además, todavía no se sabe si los republicanos tendrán mayoría en la Cámara de Representantes después de haberla recuperado en el Senado, que sería la única forma de promover una legislación a nivel federal.
«Los grupos católicos que apoyan más al vicepresidente electo, J. D. Vance, tienen las ideas claras» respecto a la defensa de la vida. «Pero a Trump no le ha interesado o no se ha manifestado sobre el aborto», pues seguramente «sus asesores han considerado que no debía hablar mucho del tema». Por eso, aunque «dentro del partido hay gente muy favorable a dar esa batalla, no me atrevería a atisbar» por dónde irá en ese ámbito.
La otra gran cuestión es la gestión de las migraciones. Trump ha prometido, por ejemplo, devolver a un sinnúmero de inmigrantes ilegales a sus países. «Se le llena la boca pero no creo que vaya a ejecutar las deportaciones masivas», valora Ojeda. «La producción agrícola depende de la mano de obra inmigrante», así como la industria en torno a los Grandes Lagos —donde «le votan mucho porque sienten que han perdido sus empleos»—. Por eso «los empresarios le van a decir que no. Ya prometió cerrar la frontera pero no lo hizo».
La victoria de Trump «representa una victoria política increíble y un reflejo de la profunda división que atenaza a nuestro país», afirma para Alfa y Omega Dylan Corbett, de la Comisión de Migraciones de la diócesis de El Paso (Texas). «En la cuestión de la inmigración, las comunidades locales se tendrán que organizar para defender la dignidad humana de los migrantes». En este sentido, «la Iglesia tendrá un papel indispensablede defender los derechos humanos y ser una voz moral en apoyo de lo smigrantes y recién llegados».
En política exterior, «me preocupa Ucrania. Está perdiendo la guerra pero Trump ha dicho que no les va a ayudar. Eso es malo para Europa y para los ucranianos». Y sobre la crisis económica que le ha llevado a la victoria, «queda por ver si Trump puede cumplir las promesas que ha hecho» para paliar este fenómeno; sobre todo la de «subir las tarifas a la importación de productos extranjeros» de todos los países. «Aunque haya dicho que las subirá al 10 %, los economistas no ven factible que vaya más allá del 4 %». Ojeda recuerda que ya en su primer mandato «España sufrió el arancel a las aceitunas» y ahora «otros productos del campo español y otras industrias podrían verse perjudicados».
Aborto legal en dos estados
A pesar de la victoria de Trump, el resultado de las elecciones no ha sido tan positivo en el ámbito del aborto, una cuestión clave para un sector de sus votantes. De momento, dos estados han legalizado el esta práctica y en otros cuatro se ha blindado la legalización ya existente.
Esto es así porque en diez estados se celebraban referendums relacionados con este tema. En cada uno de ellos se proponían reformas a las constituciones estatales para incluir en ellas el aborto como un derecho. Es una forma de obstaculizar que en el futuro se aprueben restricciones a la sombra de la sentencia del Tribunal Supremo que en 2022 negó que existiera un derecho al aborto en la Constitución federal.
En Arizona y Misuri se aprobaron enmiendas que acaban con las restricciones existentes. En Misuri el aborto está prohibido con pocas excepciones pero ahora se reconocerá en su Constitución estatal el «derecho a la libertad reproductiva». En el primer estado, se permitirá hasta la viabilidad fetal esta práctica, ahora prohibida después de la semana 15 de embarazo.
Las enmiendas proaborto también salieron adelante en Nueva York, Maryland, Nevada, Colorado y Montana, donde de momento no tendrán efectos legales pero protegen el aborto en el futuro. Las únicas victorias provida son la de Florida, donde está prohibido a partir de la sexta semana y ha fracasado una enmienda para acabar con este veto; y la de Dakota del Sur, donde se ha rechazado la enmienda constitucional abortista.