«Las víctimas del terrorismo etarra nos sentimos traicionadas» 

Engaño, abandono, desolación, cabreo, impotencia. Las víctimas de ETA no vacilan a la hora de expresar cómo se sienten ante la nueva reforma legal que recibía la aprobación unánime del Congreso en septiembre y que permitirá a los presos con condenas en otros países de la Unión Europea incluir los años de pena que ya hayan cumplido en el extranjero al cómputo global en España. Aunque el pasado lunes el Senado rechazó la propuesta y la devolvió al Congreso para una nueva votación, la mesa de la cámara baja ha rebotado la norma directamente al Boletín Oficial del Estado (BOE) después de que ambos partidos de la coalición, con mayoría en el Congreso, no vean necesario celebrar ningún debate ni votación más sobre el tema.

Según la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), por lo menos 44 miembros de la organización terrorista se podrían beneficiar de esta norma incluso con la excarcelación. El origen de la reforma legal radica en la trasposición de una directiva europea de 2008 que obliga a los Estados miembro a reconocer las penas impuestas en el resto de los países. Una directiva que ya se había puesto en marcha de forma parcial en 2014 durante el mandato de Mariano Rajoy, pero con la restricción que estos días ha sido desbloqueada por los diputados y que limitaba este beneficio a condenas posteriores al 15 de agosto de 2010, dejando fuera, por lo tanto, los delitos de algunos presos de ETA.

«Las víctimas nos sentimos engañadas y traicionadas», afirma contundente Maite Araluce, presidenta de la AVT, en declaraciones para Alfa y Omega. Recuerda cómo hace dos años, desde que vieron que el PSOE «pactaba con EH Bildu, lo hacía socio preferente y empezaba a hacerle concesiones, ya advertimos de que esto iba a pasar y era muy grave». Asegura que «desde el Ministerio de Interior nos mandaron un correo a todas las asociaciones diciéndonos que no se iba a producir. Una vez más, nos han vuelto a mentir a la cara». «No puedes imaginarte el sentimiento de desolación que hay entre las víctimas y que veo en los grupos de WhatsApp en los que estoy», explica conmocionado a este semanario Íñigo Pascual, vicepresidente del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE). «Nos han metido un gol por toda la escuadra a todas las víctimas del terrorismo etarra». Pascual, cuyo padre fue asesinado por ETA en mayo del año 1982, afirma que «adelantar la salida de la cárcel de los terroristas por una triquiñuela de la ley» es una forma de demostrar la falta de justicia que hay en España. Además, reitera que «la ignominia de lo que está haciendo este Gobierno es increíble» y señala que lo más grave de todo es que «vayan a sacar a los etarras de las cárceles y ponerlos en la calle, donde terroristas que nunca se han arrepentido de lo que han hecho quizá se van a encontrar con sus víctimas». Incluso asegura que ya hay «numerosos» presos preparando la documentación con sus abogados para exigir la excarcelación.

Algunas voces de víctimas consultadas por este semanario no han podido hacer declaraciones por estar destrozadas y llevar días sin dormir, agotadas de dar la cara. No solo lo llevan haciendo estos días, sino toda la vida desde que ETA les arrebató la de sus familiares. Sin embargo, sus voces se escuchan una vez más para reclamar, como recuerda Pascual, «lo que buscan todas las víctimas del mundo: verdad, memoria, dignidad y justicia».