El padre Ángel a los usuarios de Mensajeros de la Paz: «Son las personas que dan sentido a nuestra labor»

«Este homenaje no es solo para mí, sino para todas las personas que cada día luchan para que los olvidados de la sociedad no pierdan la esperanza», dijo el padre Ángel en la noche del pasado jueves durante un homenaje a los más de 60 años de trabajo de Mensajeros de la Paz con las personas vulnerables. La velada, conducida por la presentadora Mónica Hoyos y por José Luis Sánchez, vicario de Cultura y Relaciones Institucionales de la archidiócesis de Valencia, sirvió además para recaudar fondos para los diferentes proyectos de la asociación.

El padre Ángel, quien compartió la mesa presidencial con algunos beneficiarios de los diferentes proyectos de Mensajeros de la Paz, declaró que «estas son las personas que dan sentido a nuestra labor». Al final de la cena, el presidente de la asociación entregó unas pequeñas esculturas con la forma de palomas de la paz a la soprano Ángela Hicks, al guitarrista Gabby Abularach, al artista plástico José Cosme y a Tamara Falcó, a quien le dijo: «Te debía una paloma desde que eras pequeña, cuando rompiste tu hucha y me dijiste que querías dar todo a las personas más necesitadas».

Ayuda a más de 260.000 personas

El pasado 2023, Mensajeros de la Paz renovó, según su memoria, «nuestro estatus Consultivo de Categoría Especial ante el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC)». Durante el año pasado prestó asistencia a unas 260.000 personas con proyectos repartidos por 75 países y la colaboración de 1.000 empleados y 400 voluntarios. Además, según su presidente, «hemos implementado un modelo de compliance (cumplimiento normativo) y un nuevo código ético para asegurar que nuestras acciones estén siempre alineadas con nuestros valores y principios».

Entre los diferentes proyectos que Mensajeros de la Paz tiene para este curso destaca una iniciativa para acompañar a las personas en sus casas y una fundación social para paliar la soledad, que el padre Ángel define a menudo como «la peor enfermedad que hoy se puede tener, más allá de las dolencias físicas».