La principal diócesis siro-malabar se paraliza por un repunte del conflicto litúrgico
El administrador apostólico canceló en el último momento la ordenación de ocho diáconos si no se comprometían por escrito a celebrar siempre según la nueva forma del rito. En las parroquias solo se exige los días de precepto
Sigue coleando el conflicto en el seno de la Iglesia siro-malabar, en la India. La diócesis de Earnakulam-Angamaly suspendió el pasado viernes toda su actividad. Además su administrador apostólico, el obispo Bosco Puthur, y los seis miembros de la Curia diocesana confirmaron el pasado martes que han abandonado la residencia episcopal.
Tomaron esta decisión como consecuencia de una nueva oleada de protestas por la negativa a ordenar a ocho diáconos. Esta crisis se origina en la disputa litúrgica que lleva marcando a esta Iglesia de rito oriental —la segunda sui iuris por tamaño— desde hace cinco décadas. En 1999 se aprobó una reforma del rito que determinaba que durante la plegaria eucarística el celebrante mirara al altar. Pero el rechazo hacia ella hizo que no se llegara a aplicar hasta 2021, cuando el Sínodo lo ordenó.
Lo hicieron todas las diócesis salvo la de Ernakulam-Angamaly. Allí, unos 450 sacerdotes y medio millón de católicos se negaron y llevan tres años protagonizando protestas que en no pocas ocasiones se han tornado violentas. Esta circunscripción es la sede del arzobispo mayor siro-malabar, Raphael Thattil.
Después de varios ultimátums e incluso de una amenaza de excomunión del mismo Papa Francisco, en vísperas del 3 de julio se alcanzó un acuerdo de consenso. A partir de la fiesta del apóstol santo Tomás —considerado evangelizador de la India— los sacerdotes rebeldes se comprometían a que las parroquias celebraran según la nueva forma del rito los domingos y días de precepto. Se admitían como excepción las parroquias donde toda la feligresía se opusiera a ello y algunas otras que han llevado el caso ante los tribunales.
Requisito para ordenarse
Se acordó asimismo ordenar en octubre a ocho diáconos que llevaban esperando este momento desde el año pasado. El anterior administrador apostólico, Andrews Thazhath, insistía en este compromiso escrito. Puthur, sin poner esta condición, programó la ordenación presbiteral para el 1 de octubre. Sin embargo, luego dio marcha atrás, lo que reavivó el descontento.
«Se habían fijado el lugar, la hora y el número de invitados y el 28 de septiembre el administrador apostólico la canceló», ha declarado uno de los diáconos a UCA News. Asegura que se niegan a asumir el compromiso que se les exige porque «la gente de la diócesis no lo aceptará». Y reclama «el mismo derecho que otros sacerdotes, a los que se permite celebrar las dos Misas».
La disputa no solo afecta a esos ocho diáconos, sino a otros 16 que están a punto de completar sus estudios y a los 60 seminaristas mayores de la diócesis. «Si no nos ordenan, otros pueden dejarlo porque no hay futuro para ellos. ¿Es lo que quieren el Vaticano y la jerarquía de la Iglesia siro-malabar?».
Como respuesta, la mayoría de sacerdotes diocesanos dejó de celebrar la Misa según la reforma el 29 de septiembre y amenaza con continuar así hasta que se produzcan las ordenaciones. Así lo explica Kuriakose Mundaban, secretario del consejo presbiteral. «Los obispos se han retractado del acuerdo y esta es la consecuencia», afirma al portal católico asiático.