Francisco frente a la cátedra de San Pedro

El sucesor de Pedro frente a la cátedra que ocupó el primer Papa. Fue la imagen que Francisco protagonizó el pasado miércoles en la sacristía Ottoboni de la basílica de San Pedro antes de la Misa de apertura de la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

La cátedra de San Pedro es un antiguo trono de madera en el que, según la tradición, se sentaba el apóstol cuando se convirtió en Pontífice. Está decorada con placas de marfil que representan los trabajos de Hércules y frisos carolingios datados en el siglo IX. Antaño bajo el poder del rey Carlos II de Francia —apodado el Calvo—, fue donada por este monarca cuando viajó a Roma en el 875 para su coronación imperial. Desde 1666, la pieza permanece en un monumento de bronce de 15 metros, diseñado por Gian Lorenzo Bernini, tras el altar mayor de la basílica.

De acuerdo con un comunicado revelado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la pieza se encuentra actualmente en esta capilla debido a «los trabajos de restauración del monumento de Bernini en el ábside de la basílica». Es una reparación que, con motivo de los trabajos preparativos para el Jubileo de 2025, se está acometiendo al tiempo que la del baldaquino de San Pedro. Esta es una enorme estructura de madera de 29 metros de altura, con cuatro columnas, que cubre el altar mayor del templo, marca la posición de la tumba del apóstol, es obra también de Bernini y se comenzó a restaurar el pasado mes de febrero.

Según declara en su sitio web la Fábrica de San Pedro, durante la restauración del baldaquino «el Gabinete de Investigación Científica de los Museos Vaticanos se encargará de los estudios científicos, que se desarrollarán en varias etapas». Y añade que «se examinará la tipología de las intervenciones que serán realizadas» para, finalmente, recoger «informaciones sobre las técnicas de ejecución y sobre los materiales constitutivos».