Docentes y estudiantes de Lovaina critican las palabras del Papa sobre el rol de las mujeres en la Iglesia

Tras la intervención de Francisco en el Aula Magna de la Universidad católica de Lovaina, 50 alumnos, científicos y académicos, en representación de la comunidad universitaria, han emitido un comunicado en el que expresan su desacuerdo con algunas palabras e ideas del Pontífice y su acuerdo en otras.

El comunicado de la Universidad ha llegado nada más terminar el discurso del Papa y antes incluso de que abandonara el recinto. En la nota no firmada se recuerda que durante el evento se ha leído una carta suscrita por los 50 miembros de la comunidad educativa en la que relatan a Francisco cuáles son sus preocupaciones como la ecoansiedad, la desigualdad o el papel de la mujer.

En los dos primeros asuntos, los universitarios afirman que coinciden con el punto de vista del Pontífice. Sin embargo, sobre las mujeres discrepan porque Lovaina «es una universidad inclusiva comprometida con la lucha contra el sexismo y la violencia sexual». Explican que el centro promueve la promoción de todos sus alumnos, sin importar sus orígenes, orientación sexual o género. «Invitamos a la Iglesia a seguir el mismo camino sin ninguna forma de discriminación», sentencian.

Por ello, consideran que las palabras del Papa sobre el papel de la mujer en la Iglesia y en la sociedad suponen una visión «una visión determinista y reduccionista».

En el evento con la comunidad educativa, que invitó a Francisco para la celebración de los 600 años de su universidad, los estudiantes y la rectora leyeron un alegato contra la postura de la Iglesia respecto a la homosexualidad y «la invisibilización» de las mujeres. En respuesta, el Papa replicó que «la Iglesia es femenina». Insistió además en que «lo que es característico de la mujer, es decir, lo que es femenino, no está establecido por el consenso ni por las ideologías». Apartándose del discurso preparado añadió que «es feo cuando la mujer quiere hacer el hombre, la mujer es mujer». Esta última afirmación causó un especial revuelo entre los universitarios para los que el Pontífice no cumplió con las expectativas.