Francisco hace un break en su viaje a Luxemburgo para tomarse un café

El Papa Francisco salió a tomarse un café con algunos de los agentes de la Gendarmería vaticana este jueves durante su visita a Luxemburgo en una cafetería cercana al arzobispado, donde descansó algunas horas.

La escapada se produjo después de comer. El Pontífice, primero, se encontró con una mujer embarazada, a la que bendijo. Después entró en el bar para tomarse el café, ante la sorpresa del camarero. Al terminar, regresó al arzobispado, desde donde se trasladó a la catedral de Notre Dame para reunirse con el clero local.

El Papa, según se observa en la fotografía distribuida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, estaba acompañado del comandante de la Gendarmería, Gianluca Gauzzi Broccoletti, y otro agente no identificado.

Estas salidas no programadas, o espontáneas, son comunes en la vida del Santo Padre. En Roma ha ido varias veces a una tienda de discos, al oculista o al zapatero. Así, según ha manifestado, puede entrar en contacto con todas esas personas que habitualmente no transitan por los muros vaticanos.

Después del encuentro con la comunidad católica, Francisco dejará el país y pondrá rumbo a Bélgica, donde estará de visita hasta el domingo. Allí se espera que hable del papel de Europa para alcanzar la paz en el mundo, de la acogida a los migrantes y también del escándalo de los abusos sexuales.