El Papa previene contra «el lenguaje del diablo: la pornografía en la red»

«El diablo es como un perro atado a una cadena. Solo puede hacernos daño si nos acercamos a él», ha alertado Francisco en la audiencia general de este miércoles, la número 500 de su pontificado. El Pontífice ha reflexionados sobre el Evangelio de Mateo que habla de las tentaciones de Jesús en el desierto y se ha detenido en el hecho de que el Señor «no cae en la trampa del enemigo». Una vez superada la prueba, Él «volvió a Galilea “con la fuerza del Espíritu Santo”». En el desierto, Jesús «se liberó a sí mismo y se libera de Satanás. Esto es lo que destacan los evangelistas con los numerosos relatos de liberación», ha señalado el Papa.

En cambio, ha constatado que hoy «asistimos a un fenómeno extraño en relación con el demonio». Porque, sobre todo en las sociedades con un cierto nivel cultural, «se cree que sencillamente no existe». El Pontífice ha advertido del peligro de considerar la figura del diablo como una especie de símbolo creado por el «inconsciente». «La mayor astucia del diablo es hacer creer que no existe», ha destacado al citar la famosa frase del francés Charles Baudelaire, el célebre poeta maldito.

Sectas satánicas

El diablo «es astuto, nos hace creer que no existe y así lo domina todo». Así ha advertido que incluso el mundo «tecnológico y secularizado» en el que vivimos «está plagado de magos, ocultismo, espiritismo, astrólogos, vendedores de hechizos y amuletos y, por desgracia, de verdaderas sectas satánicas».

«Expulsado por la puerta, el diablo ha vuelto a entrar, podría decirse, por la ventana. Expulsado por la fe, vuelve a entrar con la superstición. Si eres supersticioso inconscientemente estás conversando con el diablo. Y con el diablo no se conversa», ha sentenciado.

Para el Papa, la prueba más contundente de la existencia del diablo la dan los santos que han tenido que luchar con él: «Es cierto que el diablo está presente y actúa en ciertas formas extremas e inhumanas de maldad y perversidad que vemos a nuestro alrededor. En casos individuales, sin embargo, es prácticamente imposible llegar a la certeza de que se trata efectivamente de él, ya que no podemos saber con precisión dónde termina su acción y comienza nuestra propia maldad. Por eso la Iglesia es muy prudente y estricta en el ejercicio del exorcismo, ¡a diferencia de lo que ocurre, por desgracia, en ciertas películas! Es en la vida de los santos, allí mismo, donde el demonio se ve obligado a salir a la luz, a ponerse contra la luz. Todos los santos, unos más, otros menos, de hecho, todos los grandes creyentes dan testimonio de su lucha con esta oscura realidad, y no se puede suponer honestamente que todos ellos fueran ilusos o meras víctimas de los prejuicios de su tiempo», ha afirmado al respecto.

El Papa ha exhortado, por tanto, a no dialogar con el diablo y a seguir el ejemplo de san Pedro, es decir, a estar siempre vigilantes. Así, ha recordado que, después de que Jesús derrotara al «príncipe de este mundo», este se convirtió, «como dijo un padre de la Iglesia, en un perro atado con una cadena; no puede morder a nadie, excepto a aquellos que, desafiando el peligro, se acercan a él…». «Puede ladrar, puede apremiar, pero no puede morder, si no es a quien quiere», ha declarado.

En este contexto, ha puesto el ejemplo de la pornografía que viaja a través de los teléfonos móviles y «detrás de la cual hay un mercado floreciente, lo sabemos todos. Es el diablo quien trabaja ahí», ha subrayado. Con gesto serio, ha instado a los cristianos a rechazar «con fuerza» esta terrible lacra social. «Cualquier teléfono móvil tiene acceso a esta brutalidad, a este lenguaje del diablo: la pornografía en la red», ha explicado. Sin embargo ha invitado a no desanimarse y a afrontarlo con «confianza y seguridad».

Cristo ha vencido al diablo y nos ha dado el Espíritu Santo para hacer nuestra su victoria. La misma acción del enemigo puede volverse a nuestro favor si con la ayuda de Dios la ponemos al servicio de nuestra purificación», ha afirmado.

Oraciones por el Líbano

Al concluir la audiencia general, el Papa ha manifestado su preocupación por la escalada militar en el Líbano, que amenaza con degenerar en una nueva ocupación israelí del país de los cedros, después de que este lunes y martes al menos 569 personas murieran a causa de los bombardeos israelíes. Francisco ha calificado la situación de «inaceptable» y ha llamado a la comunidad internacional a unir esfuerzos para que detenga la escalada en la región.

«Me entristecen las noticias que llegan del Líbano, donde en los últimos días intensos bombardeos han causado numerosas víctimas y destrucción. Espero que la comunidad internacional haga todo lo posible para detener esta terrible escalada. Es inaceptable», ha asegurado Francisco.